No espero que cuando me jubile sigan existiendo las vacaciones del Imserso o si no, que los hoteleros me mantengan las tarifas que reciben por sus servicios actualmente, es decir, 21,5 euros por persona y día a cambio de habitación en un hotel de 3 o 4 estrellas, pensión completa y baile en el salón. Que no se preocupen si no entra, que el cafetito ya me lo pago yo. También espero que se pueda alargar el periodo vacacional porque con 15 días me quedo corta. ¿Qué tal todo el año? Benidorm, por ejemplo, me vale. A 21,5 euros al día por 30 días (dejaremos el 31 para visitar a la familia) son 645 euros mensuales en la playa y a mesa puesta. ¿Dónde hay que apuntarse?

La cuestión es aprovechar que a muchos hoteles les cuesta más caro cerrar en invierno que tener abierto por lo que cada plaza del Imserso sale a precio de ganga. Todo es redondo. El Gobierno cada día aporta menos dinero público a estos menesteres pero los mayores siguen teniendo sus vacaciones de invierno. La duda es ¿cómo les sale a cuenta a los hoteles ofrecer sus servicios a ese precio? ¿Qué ponen de comer? ¿Cuánto pagan al conserje, a los de la limpieza, a los camareros y al que toca el piano? Yo en mi casa gasto más, y encima tengo que hacer la cama y quitar el polvo.

Por favor, hasta que me llegue la jubilación, necesito que alguno de estos hoteleros me diga cómo lo hace porque en comparación soy un desastre en la administración familiar. Y una vez que me jubile, que me vayan buscando un hueco.