Luis Callejón Blanco, granaíno y universal, fue uno de los "inventores" de la Costa del Sol. Dirigió el pionero y mítico "Pez Espada", en La Carihuela. Con una más que solvente formación técnica, algo que no era tan frecuente cuando llegó a una incipiente Costa del Sol que ni aeropuerto tenía, Callejón participó en la creación y organización de destinos turísticos en todo el mundo, especialmente en el Caribe. Él, y solo él, se inventó Cancún y la llamada Riviera Maya.

Luis era, seguramente el último de los grandes pioneros del turismo en la Costa del Sol. Con él se va un tiempo de esplendor, pero también, y sobre todo, un estilo. Luis era un auténtico sabio en muchos campos, por eso siempre llevaba, prendida en el ojal de la chaqueta, una interrogación, porque sabía que preguntarse era la única sabiduría posible. El turismo en España, en Cuba, en México y en otros muchos lugares, tiene una deuda impagable con este hombre machadianamente bueno, escéptico y guasón al que será imposible olvidar.