Nada es eterno. ¿Se ha puesto a pensar cuántas veces ha pronunciado esta frase a lo largo de su vida? Seguramente se ha expresado así en más de una docena de situaciones pero, paradójicamente, en el mundo laboral tendemos a buscar una estabilidad y una permanencia en el puesto que en estos tiempos tan volátiles se hace casi imposible. Debemos ser conscientes de cómo funciona el mercado laboral, los cambios experimentados tras la crisis y las necesidades empresariales de nuevos perfiles profesionales. La idea de jubilarse en la misma empresa en la que se empezó a trabajar siendo joven está ya obsoleta. En el momento actual, en un mundo cada vez más globalizado, el reinventarse y el emprendimiento son herramientas fundamentales para tomar las riendas de nuestra vida y encontrar una salida a una situación insostenible. Aunque no sea nada fácil, debemos perder el miedo al cambio y a emprender nuevas aventuras. Con esta premisa, la Asociación Arrabal-AID, en colaboración con la Fundación Incyde y el Fondo Social Europeo, ha comenzado la iniciativa «Rumbo al cambio, fabricando oportunidades», un programa que entendemos como sinónimo de nuevas ilusiones, esfuerzo y empuje para todas las personas que quieren retomar su vida profesional y lograr su inserción social a través del autoempleo. Justo estos días está en marcha uno de los itinerarios que se está desarrollando en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre. La experiencia está resultando muy gratificante al comprobar cómo las personas reclusas tienen una oportunidad para superarse, descubrir sus capacidades y conocer de qué son capaces para crear su propio empleo dando forma a su propia idea. De este modo, los participantes invierten el tiempo que les queda en prisión para preparar su plan de empresa, deteniéndose en los detalles que faciliten la puesta en marcha del proyecto una vez logren la libertad. La iniciativa presta atención a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad, especialmente personas privadas de libertad, mayores de 45 años y mujeres con dificultades de acceso al mercado de trabajo. A través de itinerarios personalizados se le ofrece una capacitación útil no sólo para emprender, sino alcanzar una vida plena. Se refuerzan conceptos clave como seguridad, motivación y confianza para que los participantes tengan habilidades que faciliten su proceso de incorporación social y autonomía personal. Esta nueva iniciativa se sitúa así en primera línea del plano laboral gracias a su formación interactiva, visitas a entornos empresariales reales y sesiones de mentoring que ayuden a convertir las ideas en realidades empresariales. Para todo esto es fundamental seguir contando con la colaboración de las instituciones para fomentar la cultura emprendedora como un elemento esencial para transformar el mercado de trabajo. Si algo tenemos claro en Arrabal-AID es que nunca es tarde para emprender y afrontar nuevos retos, que cualquier cambio empieza por nosotros mismos. Aunque el camino sea difícil, en nuestra mano está luchar por desarrollar nuestra vocación y hacer los sueños realidad.