...PERO TAMPOCO LOS INOCENTES

«No somos los culpables». Así titula Pablo Osés una de sus cartas. El señor Pablo carga contra lo que yo ando llamando ‘los Césares’, en relación al hambre y el cambio climático. Estoy con él.

Pero no pasaré por alto el grado de responsabilidad de la ciudadanía. Un pueblo no es tan sólo la suma de sus vecinos. Un pueblo es también una voz.

Cuando los pueblos enmudecen nace la la indiferencia; y con ella la injusticia.

Hoy, y es paradójico, cuando más global parecemos, más grande es nuestro ombligo. Según un estudio de la FAO, el hambre en el mundo va en aumento. Estamos en el 17 del XXI. No seremos culpables, pero inocentes tampoco. Son nuestras decisiones y actos, lo que engendra al César. No, no somos tan fotogénicos como creemos..

Francisco García CastroEstepona

La manipulación histórica

Desde que somos pequeños nos acostumbramos a hacer una distinción entre materias importantes como Lengua, o Matemáticas, y materias no tan importantes como Historia o Educación Física.

Al hacer esto sembramos la semilla que nos lleva a pensar en la Historia como una serie de cuentos, y no es así, la historia es un presente continuo, es lo que usamos para comparar y juzgar la actualidad con el fin de formar nuestra opinión.

Por lo tanto, y desgraciadamente, al manipular el pasado acabamos manipulando el presente. Un buen ejemplo de manipulación histórica serían los libros contra los que el sindicato de profesores catalanes protestó este mismo año, pues, en un intento por marcar la diferencia entre España y Cataluña, se inventaron el Reino Catalanoaragonés, reino que, por supuesto, nunca existió.

Otro intento de manipulación histórica es la destrucción de estatuas o monumentos históricos en Estados Unidos, que se convierten en odiados al juzgarlos con la moral actual. Para darse cuenta del daño que la destrucción de objetos históricos podría causar en un futuro solo hay que pensar en los más de 400.000 manuscritos, llenos de conocimiento del mundo antiguo, que se perdieron cuando Julio César quemó la biblioteca de Alejandría. La Historia es el mayor tesoro que conserva la humanidad y nada ni nadie debería de tener derecho a manipularla o privarnos de ella.

Cristina CastroMálaga