Hasta ahora las únicas leyes que han respetado de veras Puigdemont y su gente, a lo largo del proces, han sido las del espectáculo, en concreto las del gran espectáculo de masas. Diadas aparte, el evento principal ha sido el happening del 1º de octubre, con multiplicación de imágenes en diferido para el mundo. Teniendo ahora los focos de todo el orbe sobre su escenario, ¿van a renunciar al momento culminante del crescendo, el de la proclamación de la república, con cientos de miles de personas celebrándola, incluidos fuegos y música, en ciudades y pueblos de toda Catalunya? Y, ¿cómo no repetir a renglón seguido el exitoso happening de las urnas, que ahora serían las de unas elecciones constituyentes (no autonómicas)? Nadie piense que van a defraudar a sus propias masas, ávidas de luces y cámaras sobre ellas. Temo que las leyes del espectáculo son para esta gente inexorables.