El café para todos

Cuando se estaba implantando el autonómico café para todos, en la agrupación del partido político en el cual militaba, expuse mis ideas. No fueron ni debatidas. Me llamaron de todo: stalinista, fascista y otras lindezas. Me figuro que ahora ocurrirá lo mismo. En mi opinión el Estado tenía que mantener las competencias en tres sectores. En la Educación que debía ser pública y laica, con un pacto para evitar cambios sin consenso, con base en el castellano y enseñanza de las distintas lenguas, evitando la tergiversación y el adoctrinamiento garantizando la igualdad. En la Sanidad, pública y universal, para evitar veleidades privatizadoras, e igualitaria en todo el Estado. En los cuerpos y fuerzas de seguridad, si teníamos guardia civil, policía armada y municipal, ejercito y CNI, para que crear más cuerpos de seguridad, aumento del gasto y conflicto de competencias. En las dos primeras quien quisiera enseñanza religiosa o sanidad privada que la pague está en su derecho. Podíamos haber echado un vistazo a nuestros vecinos del norte, la República Francesa, algún dolor de cabeza nos habíamos evitado.

Elías Javier Lobo Abad. Málaga