El fracaso de la huelga del miércoles en Cataluña fue una muestra de la creciente desmovilización del independentismo. Pese a no conseguir paralizar la actividad productiva, el paro afectó a los movimientos por carretera y al ferrocarril por efecto de pequeños grupos radicales, como lo Comités de Defensa de la República, reducidos pero muy coordinados en las acciones rápidas, que incluso consiguieron bloquear la estación de Sants en Barcelona con apoyo estudiantil.

Tras el fracaso de la huelga está también la autoría de la convocatoria. El llamamiento al paro fue una iniciativa en solitario de la minoritaria Intersindical-Confederació Sindical Catalana (CSC), que se define como independentista y de clase. Su actual líder es Carles Sastre (Hospitalet de Llobregat, 1955), fundador del grupo terrorista Terra Lliure a finales de la década de los setenta del siglo pasado.

La historia negra de Sastre comienza en el Éxercit Popular Catalá (ÉPOCA) entre cuyas acciones sobresalen el asesinatos del empresario José María Bultó en 1977 y el del exalcalde de Barcelona Joaquín Viola y su esposa al año siguiente. La forma de operar de los terroristas fue en todas las muertes de una crueldad extrema. A Bultó y a Viola les adosaron al pecho una bomba que se activaba al reducirse la presión sobre el cuerpo de la víctima en el momento en que ésta intentaba desprenderse de ella. La mujer de Viola murió a su lado cuado el artefacto explosionó de manera súbita.

Tras beneficiarse en un primer momento de la amnistía de 1977 y huir a Francia, Sastre fue condenado en 1985 a treinta años de prisión por el asesinato de Bultó. En el caso de los Viola libró por falta de pruebas. A la primera condena se sumó otra en 1987 por pertenencia a banda armada. Del total de 48 años de pena cumplió once y salió de la cárcel en 1996. En 2013 fue elegido secretario general de CSC. El suyo es uno de los perfiles oscuros en el entorno de un independentismo que hace de la no violencia una de sus más claras señas de identidad.