¿Se puede decir algo del piropo sin ser acusado de machista ni de populista-feminista? Probemos con matices de tiempo y espacio. Hace como medio siglo todo albañil piropeaba a voces desde el andamio, y solía hacerlo con gracia y salud. Absuelto, pues, en tiempo pasado. Probemos ahora espacio, o distancia: a la mujer o al hombre cercano se le debe piropear, pero ¿es piropo? Aunque hoy se lleva otra etimología, lo que oí in illo tempore al profesor de griego es que el piropo hace enrojecer (piros:fuego) al piropeado, lo que presume una distancia, por así decir, impropia. ¿Y en la media distancia, de persona amiga o conocida?. Ahí ya hay que echar mano al tono: ¡que guapa/o estás hoy!, o ¡tan guapa/o como siempre!, queda bien. Pero ¡guapa/o!, a secas, puede ser interjección (peligro). O sea, hay que medir muchísimo, como lo hago en este billete para salir indemne; aunque no sé.