Son las 20.35 horas del lunes 27, justo hace una semana. Me siento a escribir estas líneas al llegar a casa después de una nueva jornada de trabajo en el gimnasio de La Rosaleda con el readaptador. Y es que he revivido escenas parecidas en el Levante, en el Espanyol y en otros equipos. Hablo de lesiones y de los que las sufren. «Una de cal y una de arena». Solemos utilizar dicha frase para aludir a algo bueno y a algo malo, no obstante no sabemos cuál de ellas hace referencia a cada cosa. Aun así hoy haré uso de este recurso. Esta mañana han pasado por enfermería dos compañeros, un nombre os sonará más que el otro. Él es Juankar, lateral izquierdo del equipo masculino que juega en Primera División, y ella, Sandra del femenino. Una acción durante el transcurso del partido en la que recibió una entrada por detrás nos hizo a todas pensar en un primer momento que su rodilla izquierda podía haber sufrido algo grave.

Ella ya está operada de la derecha. Gracias a dios no fue así. Tras visitar a los doctores Juan Carlos Pérez Frías y Vicente de la Varga todo quedó en un susto, me alegro enormemente, sé a la perfección lo que es estar en la misma situación, y que no te sonría la suerte.

Si ella fue la cara de la moneda, Juankar fue la cruz. Los malos presagios se cumplieron confirmando la lesión de ligamento cruzado anterior, por eso hoy es día para hablar de él y de historias como la suya. El destino es caprichoso, formado en la cantera del Real Madrid, tuvo que ser en el Santiago Bernabéu donde sucediera la fatídica jugada. Como jugador, es de aquellos que quizás pensamos que no ganaría nunca un Balón de Oro porque hay quien tiene más nombre o destaca más que él. Pero es de los que se hace querer, de los que la afición idolatra y adora, ya que sudan la camiseta y trabajan como nadie. No sé los kilómetros que hará durante un partido, pero la banda se le queda corta. Un jugador que, tanto entrenadores como compañeros querrían tener en su vestuario; forma grupo, generan unión y buen ambiente, acompañado de su sonrisa permanente y humilde donde los haya.

Hay una frase que dice que «los obstáculos fueron creados para detener a los conformes y abrirle paso a los valientes». Otro quizás no hubiese metido la pierna, él sí lo hizo, no se lo pensó, él es un valiente que le queda mucho fútbol por delante.

Es fácil imaginarse a alguien derrumbándose cuando una lesión de este tipo te sucede, sin embargo Juankar, fiel a su manera de ser, en lugar de venirse abajo, va a usar este bache para coger impulso y ser mejor de lo que ya era. Como hice yo, han hecho muchos jugadores frente a las malditas lesiones.