Siento vergüenza porque en España hay gente que no puede pagar la luz de su casa, porque los hospitales están abarrotados y se caen a cachos, y porque miles de estudiantes estudian en barracones mientras los independentistas no hacen mas que dar la nota y despilfarrar dinero por y para la independencia.

Siento vergüenza porque ya a penas hablamos del medio ambiente.

Siento vergüenza por el maltrato animal.

Siento vergüenza por la falta de diálogo.

Siento vergüenza por la fractura social.

Siento vergüenza porque se dieron órdenes equivocadas provocando actuaciones policiales catastróficas.

Siento vergüenza por los scratches.

Siento vergüenza porque van a Bruselas a gritar que son grandes demócratas cuando en realidad atentan contra el bien común de toda España y también de la Unión Europea.

Siento vergüenza porque se empeñan en crear mártires.

Siento vergüenza por los extremistas, tanto de izquierdas como de derechas.

Siento vergüenza cuando veo a lobos disfrazados de corderos.

Siento vergüenza porque los atentados de Barcelona se podían haber evitado con unos simples bolardos.

Siento vergüenza por aquellos que dan lecciones de moralidad y ética y ni tan sólo han demostrado respetar sus propias leyes y los consensos necesarios para cambiarlas.

Siento vergüenza cuando se queman banderas.

Siento vergüenza cuando se crean fronteras.

Siento vergüenza porque se mira hacia otra parte en situaciones extremas como la guerra de Siria.

Siento vergüenza por el boicot a los productos.

Vergüenza porque a estas alturas de la película tengo mis serias dudas de que nada, salvo la independencia, importe lo más mínimo a algunos políticos catalanes.

Siento vergüenza porque las mujeres siguen muriendo a diario víctimas de la violencia machista.

Vergüenza cuando escucho hablar a los fascistas de fascismo.

Vergüenza porque me pregunto cuánto tiempo tardarán en dejar de señalar al Estado Español y reconocer también sus propios errores.

Siento vergüenza por los casos de corrupción que nunca parecen resolverse.

Siento vergüenza porque algunos creen que los jueces encarcelan ideas cuando lo que se encarcelan son la acciones.

Siento vergüenza cuando veo que se politiza a los niños.

Vergüenza por los hechos acontecidos en el Parlament de Cataluña los días 6 y 7 de septiembre.

Vergüenza cuando veo faltar al respeto.

Vergüenza cuando oigo comentarios xenófobos del norte al sur.

Vergüenza ante el inmovilismo.

Vergüenza ante la prepotencia.

Vergüenza ante la indefinición.

Vergüenza por la presión desmedida y radical de los antisistema.

Vergüenza porque algunos políticos deberían haber evitado según qué comentarios en según qué momentos.

Vergüenza porque el 27 de octubre se declaró la independencia de forma unilateral con la mitad de la población en contra por una cuestión de ego.

Siento vergüenza por los llantos y las mentiras estratégicas.

Siento vergüenza, y creo que no es para menos, porque muchos jóvenes no tienen dónde caerse muertos y muchas familia no pueden alimentar a sus hijos.