Unicaja y Armani Milano se miden esta noche en el Carpena en un partido poco habitual. Primero porque no es habitual que ambos equipos afronten un partido de Euroliga después de una victoria, en el caso de los malagueños dos, y porque este verano Joan Plaza estuvo cerca del banquillo de Milán y Jordan Theodore cerca del vestuario malagueño. En Italia daban por hecho el fichaje y sólo una decisión de última hora de apostar por un técnico italiano dejó a Plaza en la Costa del Sol y llevó a Simone Pianigiani al banquillo de la moda.

Jordan Theodore era uno de los candidatos al puesto que finalmente ocupó McCallum. Theodore es un ganador y ha logrado títulos donde ha jugado, a pesar de no haber estado en los grandes del continente. Levantó la Copa turca con el Banvit y la FIBA Eurocup con el Frankfurt Skyliners, además de la Supercopa italiana este año con el Armani, siendo siempre MVP. Jordan lleva tatuado en su espalda «Englewood, Hogar dulce Hogar». El nombre de la ciudad en la que nació, en Nueva Jersey, y donde conoció el baloncesto de la mano de su hermano mayor Kwame. Su hermano, un amante del baloncesto, había pedido a su madre que le llamaran Jordan porque estaba seguro que sería jugador profesional. El barrio no era de lo más recomendable, un hermano suyo murió en la calle, y su madre Carol decidió apartarlo de aquel ambiente y mandarlo a estudiar secundaria en la escuela católica de Paterson.

«Mi madre cambió mi vida al alejarme de mis amigos de Englewood para aprender a ser disciplinado, humilde y a trabajar duro en la cancha y en las aulas», decía en una entrevista a ESPN.

Pero una acusación falsa estuvo a punto de acabar con su carrera y mandarle cinco años a la cárcel. La llegada a la Universidad de Seton Hall de un nuevo entrenador, Kevin Willard, supuso la salida del mismo de dos de sus mejores jugadores: Jamel Jackson y Keon Lawrence. Theodore se posicionó a favor de su entrenador y en el siguiente partido en casa su madre, Carol, fue agredida en la grada por Tiffany Accor, compañera de la madre de Lawrence, Darlene Epps. Después del partido Epps denunció que Theodore y otros dos estudiantes con una pistola habían intentado agredir a su hijo en el campus. En el Campus está prohibido llevar armas aunque tengas todos los permisos en regla. En un primer momento se admitió la denuncia aunque las contradicciones de la denunciante que hablaba unos días de una pistola y otros días aseguraba haber visto tres, acabaron con el caso archivado. Una denuncia falsa que le marcó. «Solo que saliera eso, es malo para mí. Si escribes mi nombre en Google, aparece que Jordan Theodore es acusado de asalto con arma mortal, aunque no sea cierto». La universidad también realizó una investigación interna y negó que hubiera llevado una pistola al campus.

El Carpena volverá a ser decisivo. Las victorias ante el Khimki y el Barcelona no servirán de nada si el Armani se une al Brose y al Zalgiris, y gana en Málaga. Una prueba de fuego ante un equipo que es mejor de lo que dice la clasificación y que además de Theodore cuenta con la «Mamba» Goudelock, Jerrels o Mantas Kalnietis. Suerte? a los verdes.