Desastre de coordinación de la Junta de Andalucía en la presentación del avance del documento urbanístico más importante de la provincia de Málaga. Tras conocerse ayer que durante unas jornadas de presentación del Plan de Ordenación del Territorio de la Costa del Sol Occidental (POTCSO), que el redactor contratado por la propia Junta de Andalucía para elaborar el documento, Manuel Ángel González Fusteguerras, dejó fuera de la planificación la construcción del reclamado tren que uniría Málaga con Marbella, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, ha tenido que salir hoy a la palestra para explicar el enésimo fiasco del gobierno andaluz con este proyecto desde que lo pariera el expresidente Manuel Chaves a principios de siglo.

Según Fiscal, ojo, el plan incluirá la "conveniencia" de que el AVE llegue a Marbella, y asegura que en el borrador actual no aparece esta infraestructura porque "el Gobierno de España no la tiene prevista". Una justificación algo retorcida y preocupante, como también lo es que nadie de la Consejería haya analizado el contenido del documento urbanístico antes de su presentación pública pese a que el acto contará con la presencia del número tres de la Consejería, el secretario general de Ordenación del Territorio, Rafael Márquez. De traca.

Esta falta de seriedad ha provocado que hoy empresarios, el propio PSOE y el PP calificarán de una aberración que en el plan no se contemple esa conexión ferroviaria entre Málaga y Marbella, más cuando el propio PSOE ( José Bernal y Miguel Ángel Heredia), se reunieron el pasado 9 de enero con la Plataforma del Tren Litoral para asegurarles que presionarían en el Congreso de los Diputados para que se agilicen los plazos que permitiera contar con un proyecto del tren de altas prestaciones en breve.

Este capítulo no será el último de esta hiriente historia de nuestras administraciones con una de las obras claves para el desarrollo de la provincia de Málaga. Ni la Junta de Andalucía, ni el Gobierno central han dado un paso en firme y creíble para pensar que en un horizonte razonable circule un tren AVE, de altas prestaciones o como le quieran llamar que una Málaga con Marbella pasando por el aeropuerto.

La Junta de Andalucía, que comenzó liderando hace más de diez años este proyecto, se limitó a realizar innumerables estudios para prolongar la línea de Cercanías desde Fuengirola hasta Marbella, hablando incluso de que estaría operativo en 2016. Tras varios años enredando con proyectos, estudios, etc, y ante la falta de capacidad presupuestaria, le trasladó el proyecto al Gobierno central con la excusa de que lo mejor sería proyectar un tren de alta velocidad lo que se escapa de sus competencias autonómicas.

Y el Gobierno central no ha sido menos diligente que la Junta en no cumplir con nada de lo prometido. Hasta el día de hoy todo han sido falsas promesas, casi todas coincidiendo con periodos electorales, y la sociedad civil de Málaga está ya un poco harta de tanto funambulista político.

En los presupuestos generales del Estado sólo hay consignados, al igual que años anteriores, 350.000 euros para seguir mareando la perdiz con estudios sobre los diversos trazados manejados. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en su última visita a Málaga a finales de 2017, trató de poner un poco de luz sobre el proyecto que su antecesora Ana Pastor vendió en época electoral como una realidad inminente. Explicó que Ineco sigue trabajando en tres alternativas: por debajo de la A-7 y la antigua N-340, es decir soterrar 53 kilómetros lo que supone problemas técnicos y económicos; una alternativa mixta más al exterior en paralelo a la autopista AP-7; y una tercera alternativa con un nuevo acceso al hospital Costa del Sol.

De todas ellas, el ministro habló de un trazado en superficie y por el exterior de los municipios, opción contraria a la que defienden los empresarios, hoteleros, municipios..., ya que se aleja de los núcleos urbanos, el tiempo de conexión sobrepasa la hora y encima habrá que usar el vehículo para llegar a la estación. Una opción radicalmente distinta a la propuesta por la sociedad civil de Málaga que pide un trazado completamente nuevo desde el aeropuerto, para ferrocarriles de altas capacidades y que enlace con la Línea de Alta Velocidad.

Llegados a estos extremos, sólo una protesta masiva en la calle canalizada por la sociedad civil podría presionar de verdad a las administraciones para que este proyecto sea una realidad. Aquí podría jugar un papel importante la Plataforma por el Tren Litoral (PTL), conformada en la actualidad por los clubes rotarios de la provincia de Málaga, las Asociaciones empresariales de Hoteleros (AEHCOS) y Constructores y Promotores (ACP), los colegios profesionales de Ingenieros de Caminos, Obras Públicas, Peritos y Arquitectos, entre otros. Si entre todos levantan la voz, puede que algo se mueva. Mientras sólo habrá falsas promesas, y proyectos donde ni siquiera aparece una las obras claves para el futuro económico y turístico de la Costa del Sol.