'No os queréis enterar', por Plácido Cabrera Ibáñez

La situación política en Cataluña se está haciendo insoportable para un buen número de personas, independientemente del lugar de residencia. En los últimos meses, es el asunto que más tiempo ocupa en la información nacional. No sé si hemos acertado ocupándonos de él con tanta insistencia y continuidad. Me parece difícil que este asunto independentista hubiera ocupado tanto espacio en Francia, Alemania o Italia, por citar algunas. El tema del independentismo, al igual que con el terrorismo de ETA, pienso que difícilmente podrá ser combatido si no hay una posición única y clara en los principales partidos políticos y se llega a legislar para que este problema no pueda surgir con mayor fuerza y amplitud en el medio o largo plazo. Cuando hay tantas necesidades económicas por resolver en bien de los ciudadanos se está permitiendo una situación que supone un despilfarro de unas proporciones que superan con mucho los casos de corrupción de todos los partidos políticos, así como un enorme problema social entre las personas. Independientemente de todo esto, es necesario acelerar el proceso judicial apoyando con todo el personal que sea necesario, para que por el bien de todos sea resuelto con la mayor premura. No es admisible que el Tribunal Constitucional tarde siete años y tres meses para sentenciar contra la Generalitat un recurso de inconstitucionalidad indicando que no puede imponer el uso del catalán a los comerciantes.