Estrella Roja configuraba este verano su plantilla y seguro que muy pocos pensaban en el impacto que ha tenido el joven francés, Mathias Lessort en el equipo. Esta temporada la plantilla rojiblanca ha visto cómo Pero Antic, Milko Bjelica, Mario Keselj, Alen Omic, James Feldeine o Taylor Rochestie se han puesto su camiseta, y sólo el base ha mejorado su rendimiento. Es un paso más en una carrera que siempre ha sorprendido y ha estado por encima de las expectativas, y ahora se sitúa con la NBA como punto de mira. El lugar donde juega su gran amigo, el suizo Clint Capela, y donde sólo un nativo de Martinica ha logrado jugar, Ronny Turiaf.

Mathias nació en Fort de France, en Martinica, y con cinco años descubrió el baloncesto en Morne- Vert, muy cerca de su casa. Lessort seguía a sus hermanos mayores, que eran dos proyectos de estrellas. Gregory, 33 años, todavía juega en la LNB francesa; y Gary, 35 años, es ahora entrenador de baloncesto y preparador físico, pero el camino no fue fácil. Con problemas de conducta fue expulsado de su escuela de baloncesto y como no había ningún club cerca de su casa que pudiera acogerlo, iba a jugar con sus hermanos en los recreos del colegio. Allí, con los amigos de su hermano, 10 años mayores, descubrió que tenía que luchar y que no podía rendirse nunca. Su fama en los patios de colegio llamó la atención de Charles Henri Palvair, entrenador del Pole Overseas Básquet, un equipo que acogía a los jugadores de la zona que se quedaban sin posibilidades de jugar en otros centros, que centró al joven Mathias y le preparó para dar el salto a Francia, en concreto al Chalón.

Su aterrizaje tampoco fue fácil. El Chalón le presionaba a nivel escolar. Todos los jugadores del equipo debían aprobar el Bachillerato y cada año, a pesar de su calidad, algún miembro del equipo abandonaba el equipo por motivos académicos. Era un lujo que no podía permitirse y apretó los codos en la cancha y en los estudios. Allí conoció a Clint Capela, el actual pívot titular de los Houston Rockets y se convirtió en su mentor a pesar de ser solo tres años mayor. Su llegada al primer equipo le sumió en la frustración. Devin Booker, la estrella del equipo, jugaba en su posición y su aportación era testimonial. Hasta que llego un día clave. El equipo se enfrentaba al Mónaco y Booker estaba lesionado. Chalón afrontaba el partido sin el MVP de la Liga pero ganó el partido por 101-81. ¿El motivo? Mathias Lessort. El joven jugador firmó 28 puntos, 15 rebotes (12 ofensivos), 2 tapones, 2 asistencias y 3 robos para firmar 42 de valoración. El record histórico del club. Ese partido fue un punto de inflexión en su carrera que le llevaría años después al Nanterre, al draft de la NBA, a la selección francesa y este verano al Estrella Roja.

El Unicaja juega mañana ante el equipo serbio una de las siete finales que le restan en esa carrera con Maccabi y Baskonia por lograr el último puesto que da opción de jugar los play off de la Euroliga. Un partido, uno más, donde no se puede fallar a pesar de la gran calidad del rival. Suerte... a los verdes.