Curiosos, los tropismos de la opinión. En comunicaciones consisten en pedir más de todo (autovías, AVE) y más barato (supresión de peajes). Estos temas suscitan pasiones encendidas, polémicas, interpelaciones, etcétera, mientras las carreteras existentes se van cayendo literalmente a pedazos por falta de conservación y reposición desde el inicio de la crisis (hace una década), sin que haya grandes voces al respecto, ni iniciativas parlamentarias. Un caso que conozco bien, la autovía entre León y Benavente, es paradigmático del desastre, pero hay otros muchos, a veces con riesgo claro para la seguridad. La última (y única) reacción es avisar en paneles de "firme irregular", y pedir que se vaya más despacio. Que en un país por el que, encima, circulan millones de turistas pase esto clama ya al cielo. Pero nadie clama. Un misterio la inacción del Gobierno, pero mayor aún ese silencio.