La sospecha de que la Guardia Civil se pasaba en sus ´informes´ viene de mucho antes de que Montoro desmontase las acusaciones de malversación el 1-O. La Guardia Civil es un cuerpo policial extraordinario, una de las estructuras que vertebran el Estado, pero al final, como toda policía, a veces se pasa. Ocurre igual con los jueces, que en frentes de alto riesgo -lucha contra ETA, combate a la corrupción, represión del secesionismo- han dado el do de pecho para defender la ley y defendernos a todos, pero que cuando se creen indemnes a la crítica se acaban pasando. En cuanto al poder político, el peligro de que se pase es ya como el de esos infractores de tráfico que echan media vida recuperando puntos en las academias. Por todo lo cual, importa mucho que todos ellos se vigilen pero que muy bien unos a otros, para que al resto de los ciudadanos (que pagamos su trabajo) no nos pase nada.