Dentro de los factores que afectan al rendimiento deportivo, claramente los psicológicos están muy presentes: el aspecto anímico juega un papel importante y la motivación es uno de los que más influyen. Durante una temporada es complicado mantener siempre el más alto nivel, y en ese momento es cuando la afición cobra mayor protagonismo, incluso llegando a ser quien tira de un deportista en momentos de flaqueza.

Cuando las piernas se encuentran fatigadas o la mente bloqueada, sus ánimos son capaces de hacerte sacar fuerzas de donde sea. Que nuestro campo esté rodeado por una pista de atletismo, nos impide sentir el empuje de la grada como quisiéramos, pero si algo tienen los malaguistas es que nada les frena. Así lo sufrieron la semana pasada en el primer partido de play off para ascender a la Liga Iberdrola el Femarguín. Ni un asiento libre, tiñendo las instalaciones de blanquiazul y llevándonos en volandas a ganar esos primeros tres puntos.

En el segundo partido, el del domingo, cambiamos la superficie del terreno de juego. Esta semana leía un artículo que hablaba de cómo afectaba el estado del terreno de juego a las lesiones. En él se decía que el mal estado del césped artificial multiplica por cinco el riesgo de lesión en el ligamento cruzado. También influye el tipo de tacos que usemos para cada superficie, yo soy de las que usa siempre el taco tradicional.

En mi carrera, me he lesionado de gravedad dos veces, la primera hace diez años en césped natural y la segunda hace dos, en artificial. Si tengo que escoger, la decisión es fácil, me quedo con el césped natural.

El fútbol femenino evoluciona, y los campos son una muestra de ello. Si cuando yo empezaba la mayoría de los campos, por no decir todos, eran de tierra, con el paso del tiempo ha ido cambiando. Mejores o peores, fueron pasando a ser todos de artificial, y ahora, la mayoría de equipos disputan ya los partidos de la Liga Iberdrola en césped natural. Es más, año tras año el ver un partido de chicas en un gran estadio en España es más habitual.