El 22 de marzo de 2011, con 17 años recién cumplidos, aterrizaba en España Cheikh Moussa Diagne procedente de Senegal. En uno de sus múltiples viajes al país africano, David Sanz «James», director técnico del basket Torrejón, le había descubierto en un campus celebrado en Rufisque, una localidad senegalesa a sólo 15 minutos de su ciudad natal, Guediawaye. Era el verano de 2010. Casi un año después llegaba a España para vivir con una familia y estudiar en el León Felipe de Torrejón.

El pequeño «Moussa» nunca pensó que su futuro estaba en el baloncesto. Estaba estudiando y tuvo que dejarlo para trabajar en una fábrica de zapatos, como le cuenta Ezequiel Costa en Área 18. Su gran pasión era el fútbol y su ídolo el portero del Bayern y de la selección alemana, Oliver Khan. Diagne defiende que además era un gran portero pero un niño tan grande bajo los tres palos llama la atención y como le pasó en Chantada a Fran Vazquez, también portero de fútbol en sus inicios, alguien se acercó a su tío Moustapha y le hizo la pregunta mágica: ¿Cómo alguien tan grande no juega al baloncesto? Moussa lo tenía claro, el baloncesto no le gustaba e iba a seguir con su carrera de portero. Desde luego, si realmente era bueno con 2,27 metros de envergadura podría haberse convertido en el mejor portero de la historia del futbol.

Pero la insistencia en los comentarios le llevó a probar y le gustó. Su espejo dejó de ser Oliver Kahn y pasó a ser Boniface N´Dong. En Senegal veía todos los partidos del entrenador ayudante de Unicaja, con el que mantiene un contacto muy fluido desde que aterrizó en España. Tenía 15 años cuando comenzó a botar el balón naranja y un año después ya estaba preparando los papeles para volar hacia España.

Con Senegal siempre en el corazón, le hemos visto en las redes sociales cocinar el «mafe», un plato típico de su país a base de arroz blanco y cacahuete, y es un gran seguidor de los cantantes de su país, de la música Mbalax, un género popular en Senegal y Gambia que cantan sobre todo grupos de la etnia Wólof, sobre todo de Ismaël Lô.

Moussa Diagne, con altibajos, está siendo uno de los jugadores importantes para Joan Peñarroya en un Andorra que tiene ya su pase sellado para los play off de la Liga Endesa. De hecho, este fin de semana, andorranos y malagueños se juegan esa sexta plaza que les enfrentará, muy probablemente, con el ganador del duelo entre Barcelona y Valencia. Emparejarse al Valencia parece la opción ganadora para ambos porque si son capaces de eliminar al equipo taronja tendrán casi segura jugar la próxima Euroliga, a expensas del Gran Canaria. Un partido donde el equipo de Joan Plaza se juega mucho aunque como el duelo entre valencianos y catalanes se juega después tardaremos unas horas en saber a quién ha sonreído la suerte. Aunque después haya que escalar el Everest que supondría ganar la Valencia, actual campeón, sin el factor campo. Suerte...