Dignidad, cualidad de las cosas que merecen respeto.

Ésta es la definición de un concepto que la Junta de Andalucía ha ido perdiendo desde hace años. Los líderes de la administración autonómica se han dedicado a ir colmando un saco sucio y espartano de ropajes de corrupción, de ausencia de atención en las necesidades educativas, pero sobre todo, de resquicios de lo poco que queda de una sanidad digna para los andaluces.

En la vida de un ser humano existen tres preceptos alrededor de los cuales gira su mundo, y que tienen un orden de importancia que no es arbitrario; salud, sustento y el oxígeno que nos proporciona el amor de lo que nos rodea. No es casualidad que la fortaleza vital sea el eje sobre el que se erigen todas las vivencias, los recuerdos y las relaciones de los hombres. Estos tres preceptos conforman también la integridad de una persona, la defensa a ultranza de sus derechos, pensamientos, ideas y creencias en base a los cuales se basan sus comportamientos.

En Andalucía, la Junta como organismo supremo de la comunidad autónoma, ha perdido la dignidad y en consecuencia los andaluces han sufrido la pérdida de su integridad. La Andalucía ´negra´ se ha apoderado de las tres bases fundamentales de un individuo, ha jugado con su salud, con su economía y con sus ilusiones y su felicidad.

Que un dirigente político tenga la desfachatez de valorar la prioridad en materia de salud que se merece o no un municipio, es inadmisible. En materia sanitaria todo es prioritario, no se hacen distinciones bajo ningún concepto porque la salud y la integridad física de los individuos es lo que los mantiene en vida.

Da pereza intentar entender que para Susana Díaz sea prioritario mantener a los 1.800 empleados que ha reconocido tener «mano sobre mano», y que para nuestra dirigente andaluza haya sido de vital importancia subvencionar la Fundación Faffe, que llegó a tener 1.870 trabajadores en nómina en 2010. ´Una agencia de colocación´ con un pufo de 50 millones sin justificar llena de familiares de los miembros de la organización PSOE-A de la Presidenta de la Junta de Andalucía.

Cabe destacar que el Gobierno andaluz de Susana Díaz sólo había ejecutado a 30 de noviembre del pasado año 2016 el 27,4 por ciento del presupuesto de inversiones previstas para la sanidad andaluza, en concreto, 26.971.739 euros en relación a un total de 98.161.681 euros, quedando así 71.189.942 euros sin ejecutar, un dato estremecedor que explica todo el déficit sanitario que sufre nuestra comunidad y el clamor generado en las calles de Andalucía contra Susana Díaz y su gobierno.

Esta Andalucía ´negra´ que contrasta con las manos limpias de los ciudadanos, que hoy saldrán a la calle por la mala situación que vivimos en la Sanidad Pública malagueña, con escasa inversión desde hace décadas, y que se verá agravada este verano debido al incremento de la población por la época estival y la falta de planificación del Servicio Andaluz de Salud, algo ya habitual en los últimos años. La sociedad civil reaccionará ante la inoperancia y la incapacidad de la toma de decisiones de la administración autonómica, y alzará la voz para pedir que no se juegue con uno de esos tres preceptos más significativos de la vida de un ser humano: la Salud, que para Susana Díaz es cuestión de prioridades.

*Del Cid es secretaria general PP de Torremolinos