¿Qué plan es el vuestro?, preguntaban a veces los padres a una hija/hijo que llegaba a casa con su chico/chica (eran otros tiempos, ahora sólo cabe un mero diagnóstico sintomático, parece). ¿Nadie hará esa pregunta a Sánchez e Iglesias? No cabe pensar en matrimonio o pareja de hecho formalizada: ni atisbo de programa común, ni rastro de amor y ambos se disputan la misma calle. ¿Son novios, amigos fuertes, amigos con derecho a roce, simple plan, polvo a polvo? La foto del nuevo Gobierno monocolor (hemipléjico parlamentariamente) ha tardado en salir, y el primer caído se ha quedado fuera, un caso raro. ¿Qué plan es el vuestro?, podría preguntarles el PNV, que a fin de cuentas tiene la llave del nido para que la pareja pueda funcionar. El PNV siempre ha sido partido serio y de orden, y lo seguirá siendo, sin duda. Pero lo que sepa del plan, si lo sabe, debe de ser secreto de confesión.