Tengo siempre el temor de dejarme reocupar por los demonios familiares de la tribu (los mismos que uno se esfuerza en ahuyentar), pero creo que la decisión del Juez Llarena, que les ha venido a decir lo del título a los tribunales alemanes y a las instituciones europeas, euroorden incluida, es la correcta. Aunque Llarena pueda haberse equivocado al conceptuar de rebelión los hechos, el Tribunal de Schleswig-Holstein no era quién para invadir el fuero de los tribunales españoles, una vez verificado que la rebelión tiene un paralelo penal en las leyes alemanas. Aceptar una entrega con efectos penales limitados desbarataría por completo la causa y condicionaría gravemente el resultado. Así que, aunque personalmente crea que los hechos apreciados encajarían más en el delito de sedición que en el de rebelión, y deplore las reacciones castizas, me apunto también a lo del título.