Israel

Desde sus orígenes y cada vez más, Israel se ha mostrado como un Estado racista. Ahora, por fin, se ha declarado legalmente «Estado nación judío», instaurando oficialmente un apartheid que entierra toda ficción de democracia. Este golpe de Estado antidemocrático con vocación de permanencia requiere una inmediata reacción de los pueblos y sus Gobiernos para evitar su consolidación. De consolidarse este gravísimo golpe, no sólo dañará gravemente la paz local, sino también regional e incluso mundial, como ha ocurrido ya demasiadas veces con quienes han emprendido la vía supremacista pretendiendo ser «el pueblo elegido».

Antonio Bertrán Buendía. Málaga