El mundo del deporte de élite está en un proceso de reconversión. El mejor ejemplo es el fútbol. La irrupción de los petrodólares del golfo pérsico y de los millonarios americanos han convertido a equipos como el PSG, a los dos equipos de Manchester (City y United), el Milán o al Liverpool en los reyes del mercado. Capaces de pagar mas de 200 millones de euros por un jugador sin pestañear. Esto ha obligado a los grandes de siempre a rediseñar su modelo. Unos han optado, como el Barcelona o ahora la Juventus, por seguir en esa carrera inflacionista del mercado. Otros como el Real Madrid han elegido otro camino. Mirar a su cantera, o la de otros, para fichar a jóvenes jugadores que formen la base de su equipo. Con este ejemplo los blancos han ganado cuatro de las últimas cinco Champions, las tres últimas consecutivas. Y más allá de los rumores, la primera plantilla del club la componen jugadores de la cantera como Carvajal o Lucas Vázquez, otros que vinieron muy jóvenes y pasaron por el filial como Varane o Casimiro, y otros fichados muy jóvenes como Isco (del propio Málaga CF), Asensio, Marcelo o Sergio Ramos.

En el baloncesto, la competencia deportiva de la NBA y la económica de Turquía, Rusia, China o Corea. Aquí se reproducen los dos modelos. El Barcelona, fichando jugadores año tras año; y el Real Madrid, mirando a la cantera. Los blaugranas han visto cómo las dos últimas grandes perlas de su cantera Mario Hezonja y Rodion Kurucs se han ido a la NBA casi sin sudar su camiseta. Los blancos han dominado en los últimos años exprimiendo a un joven Doncic, como antes habían hecho con Mirotic y como siguen haciendo con un Llull que llegó muy joven de la Unió Manresana. No les ha vuelto a pasar lo que en su día les pasó con Bojan Bogdanovic. No han entrado en guerra por los grandes nombres del mercado desde el fichaje de Rudy Fernández y se han hinchado a ganar. Este año han perdido a su gran estrella Luka Doncic y han firmado al «Tortuga» Deck y a Prepelic. Tienen dinero para gastar, sí€ pero lo invierten en otra manera y por ahora les da para ganar. Formación y una buena política de cesiones como se hizo con Willy Hernangómez, Santi Yusta o ahora Sebas Saiz. Ahora esperan en la cantera blanca Mario Nakic, Jan Patrick Pantzar, Kostadinov o el recién fichado Tristan Vukcevic.

El Unicaja no puede elegir. Su capacidad económica y su falta de continuidad en la Euroliga le aleja de entrar en la puja por los grandes nombres. Su única opción es mirar a un mercado secundario o apostar por la cantera, pero de verdad. Como bien dice Juan Carlos Bonilla en su Blog de La Opinión de Málaga, es la hora de apostar, de saber qué se quiere, de recuperar ese equipo en la LEB Oro como base para la formación de jugadores y volver a morar a Los Guindos, pero de verdad. La eclosión de Alberto Díaz y la presencia de Viny Okouo tapan un gran vacío que dice que jugadores como Francis Alonso, Rubén Domínguez, Jesús Carralero y otros muchos se han bajado del autobús en marcha buscando mejores destinos donde progresar. Una tendencia que se debería intentar revertir.

Proyectos como el Torrelodones o el CBA de Canarias ganan terreno y hay que reaccionar. Las bases las hay: Alessandro Scariolo, Matheus Maciel, Morgan Stilma, Ismael Tamba, Pablo Sánchez, Jeffry Godspower, Javi Rodríguez o las más jóvenes Javier Luque y David Jiménez están ahí esperando su oportunidad. Deseando continuar su formación en Málaga. Otros como Francis Alonso están deseando volver. El año que viene sale al mercado completado su ciclo universitario. Es la hora de la cantera, es la hora de Los Guindos, es la hora de un equipo en LEB Oro€ sin todo eso, el futuro del equipo será muy lineal, incapaz de competir con los poderosos y sufriendo contra el resto. Suerte€