La acera de la derecha

El PP circula escorado a la derecha en una zona de visibilidad reducida. Estoy espantado ante la campaña mediática a nivel nacional que se ha orquestado contra Soraya Sáenz de Santamaría. Lo que oígo y leo en los medios de comunicación afines al conservadurismo contra esta mujer me pone los vellos de punta y si Manuel Fraga levantara la cabeza echaría del templo de Génova a tanto fariseos. El señor Pablo Casado y su entorno están dando un discurso político basandose en que Rajoy y Soraya no eran de derechas. El discurso del nuevo PP y sus acólitos huele a venganza. A resentimiento retrógrado e impío. Y me recuerda un libro que leí de un autor alemán que relata la noche de los cuchillos largos. Soraya no se merece las puñaladas que está recibiendo por parte de los que no abrían la boca cuando ella era vicepresidenta. La extrema derecha franquista, carlista y falangista, ya no necesita ir por libre, porque tienen una colmena con una abeja madre, que no se va a gastar un euro en exhumar al dictador y asesino en masa, que firmaba sentencias de muerte en el Pardo mientras se tomaba un chocolate caliente. Monumento al culto del fascismo: el Valle de los Caídos. Ciudadanos y su neopp circula por la derecha, pero la curva tiene visibilidad. Espero equivocarme en esta reflexión, pero no me fio y me da miedo de los que hacen mítines políticos a las puertas de los cuarteles. Envolviéndose en la bandera nacional.

Bartolomé FloridoMálaga

Las reinas compran lotería

Me quedé de piedra cuando me enteré de que, no ya una, sino las dos reinas que mantenemos, doña Letizia y doña Sofía, han comprado un número de lotería. ¿No viven ya como o con un rey? Después he recordado que hace una semana que un estudio de Electromanía entre 2.484 españoles -el CIS no se atreve a preguntar sobre la monarquía desde hace años- no la aprueban ya ni la mitad de los ciudadanos; incluso más de 6 de cada 20 estiman necesario votar para elegir monarquía o república. Buena madre y abuela, habrán pensado que el azar podría compensar lo que quizá ya no le pueda dar tan rico como cada día más escaso empleo tradicional.

Felipe Seara NavarroMálaga