Pablo Casado está ya en segundo de Cifuentes. Superó con nota el primer tramo: negarlo todo. Ahora pasa al siguiente: excusarse. El trabajo fin de escándalo podría ser su inhabilitación. Le regalaron un título. Hace diez años. Probablemente ya nada, legalmente, importe. Pero no es que no sea ético, es que es una sinvergonzonería y una falta de ética que ofende a tanta y tanta gente que a esta hora madruga (bueno, hoy no, que es agosto) para estudiar y obtener un título ¿Pretende presidir el país un flojo? ¿es este un país de flojos? ¿hace aquí el más tonto relojes de madera y másteres de cartón?

Los políticos tienen una excesiva manía por los títulos. Y no les hacen falta. Una carrerita (o un bachillerato bien aprovechado), sentido común, capacidad de trabajo y no robar. Con eso basta. Con eso triunfaron Felipe, Aznar, Zapatero o Suárez. Con eso y siendo delgados y altos, Casado también lo es, aunque tal vez a ojo de buen cubero (¿qué será cubero?) puede que sea un poco más pequeño. No creemos que cometiera cohecho impropio, dado que en su situación de entonces (parlamentario regional en Madrid) no podía hacer nada a cambio y en pro de la Universidad, institución que le regalaba el título. El asunto de las titulaciones regaladas a políticos no va a cesar. Moreno Bonilla, por ejemplo, líder del PP andaluz, que no tiene estudios, se libró de milagro cuando dijo una mentirijilla, o sea, que sí los tenía, que sí, no sé qué de protocolo.

Aquí en Málaga ya sabemos cómo algunas instituciones subvencionan generosamente a entidades docentes de prestigio que imparten cositas. Luego esas cositas las cursan gratis concejales etc. y se sacan unos titulazos la mar de apañados. Que en realidad para lo que le sirven es para seguir siendo concejales. Un bucle perfecto. Total, y si alguno acumula más másteres de la cuenta va De la torre y se lo carga, no se vaya a convertir en delfín. Los sorayos aguantan a que Casado, cazado, caiga. Ese es el plan y el horizonte, guerra no cerrada. PP que no se regenera.

¿Dónde estará Cifuentes?, ¿incluiría el máster de Casado la asignatura de cómo aguantar el chaparrón? ¿Le hará el destino una jugada a favor ahora a Soraya? No, no es que el máster lo cargue el diablo. Es que hay que pagarlo y cursarlo.