El Unicaja hace días que ya cerró su plantilla. Este año ha sido un poco diferente a otros. Sólo cuatro caras nuevas, supongo que en parte obligado porque había jugadores con contrato. Aunque también se ha producido alguna renovación como el caso de Waczynski. De primeras, el equipo parece peor por nombres. Para pensar esto hay que tener en cuenta dos aspectos. El primero, que es muy difícil sustituir a Brooks y Augustine en el juego interior. Ambos dieron un rendimiento muy alto que les ha hecho salir a otros equipos con más pretensiones o con mejores contratos. Encontrar recambio a Nedovic es imposible. El serbio ha demostrado en Málaga ser un jugador top en Europa. Y él tiene que estar muy agradecido a Unicaja porque es aquí donde ha conseguido este estatus, después de volver de la NBA, donde no triunfó, y de jugar en Valencia a un nivel mucho más bajo de su potencial. Sí que era muy fácil mejorar el rendimiento de McCallum en el puesto de base. Dicen que traer un base de Estados Unidos sin experiencia en Europa es un enorme riesgo. Esta norma la ha cumplido McCallum.

El otro aspecto es que el hecho de no competir en Euroleague ha mermado el presupuesto para formar la plantilla. Esto te impide acceder a jugadores de primerísimo nivel puesto que estos son más caros, lógicamente, y desean competir en la mejor competición europea y no en Eurocup, donde nos tocará a nosotros. Pero a pesar de ello, Unicaja se ha movido bien. Y muy rápido. Ha incorporado experiencia con Roberts en el puesto de base. Éste sí es un base americano que ya conoce el baloncesto europeo. Además, puede jugar de «dos». Incorporar al ex de Olympiacos es una apuesta segura, algo que viene muy bien después de la mala experiencia de la temporada pasada en ese puesto tan especial con McCallum. Todo sobre seguro tampoco puede ser.

Se ha hecho una apuesta importante de futuro por Jaime Fernández, por el que se ha pagado cláusula de rescisión para que el chico pudiera romper su contrato con Andorra. Jaime es uno de los jugadores españoles que más está llamando la atención en las últimas temporadas, un chico en franca progresión, progresión que todos deseamos siga en Málaga. No está muy definida si la idea es que juegue como base o como escolta. Le recuerdo un Europeo con la selección sub´20 jugando de escolta en el que fue el jugador más destacado de aquel equipo. Y entiendo que si la idea es que juegue como base relegará a Alberto Díaz a comenzar como el tercer base del equipo. Después empiezan los entrenos y ya sabemos todos que el «Pelirrojo» acaba jugando, y mucho.

Wiltjer es otra apuesta en el puesto de «cuatro». Es un magnífico tirador, un chico que tiene puntos en las manos jugando de cara al aro. Además, es muy grande (2,08 metros) y también es capaz de hacer puntos cerca del caro. Su punto débil puede ser en el aspecto defensivo pero es un jugador que debe tener hambre por demostrar lo que no pudo en Grecia. Ha sido capaz de ir redactando su juego desde la Universidad, coincidió con Domas Sabonis en el equipo, donde jugaba más cerca del aro. Lessort es un complemento muy bueno para Shermadini. Un jugador más físico que nos dará energía en el juego proporcionándonos otra forma de jugar distinta a cuando el georgiano esté en cancha. También os digo que sacarle un mayor rendimiento al juego de Shermadini le puede convertir en el quinto fichaje, y el más importante. Hablamos que de tres de las cuatro incorporaciones son jugadores de Euroleague la temporada pasada, y esto es un punto a favor en las contrataciones que se han hecho este verano. Ahora bien, la incorporación que más ilusión me hace es la de Luis Casimiro. El entrenador ya estuvo en Málaga y creo que fue un error no renovarlo entonces después de cumplir con creces el objetivo por el que se le trajo. Creo que Unicaja tenía una cuenta pendiente con él que ahora resuelve con esta segunda oportunidad.

El reto no será sencillo. Si ya sabemos que en los partidos de Euroleague cuesta ver el Carpena lleno, imaginaos en partidos de Eurocup. Pero es obligatorio creer que el hambre de nuestros jugadores y la capacidad de nuestro entrenador haciendo buen baloncesto con ellos nos llene de ilusión a los aficionados como yo.