En los postreros días agosteños e inmersos en la vuelta de todo -ciclista, al cole, retorno a la actividad profesional...-, la paradoja, de nuevo, se ancla en esta ciudad como si se tratara del mismo Cenachero tutelando la entrada del puerto.

Los diccionarios aclaran que las paradojas (del griego parádoxos, «contrario a la opinión común») son juicios supuestamente correctos que nos dirigen a resoluciones incoherentes. Estos razonamientos contradictorios tienen su origen en el deleite de los antiguos griegos por la controversia intelectual y ya conocemos que la mejor filosofía es la que nos llena de preguntas, no de respuestas.

El Área de Sostenibilidad Medioambiental va a colaborar «muy activamente» este año en el Día Mundial de la Limpieza del Planeta, que se conmemorará el próximo 15 de septiembre, según declaraciones del concejal José del Río. Esta actuación intenta convertirse en la mayor acción cívica de la historia, con la participación de más de 150 países e intenta obtener un impacto real en el desarrollo de la conciencia ciudadana ante el tratamiento de los desechos tanto a nivel global como en las propias urbes.

En este punto es cuando se desadormece la paradoja. Esta intervención me parece encomiable en cuanto a educar en la sensibilización dirigida a la sostenibilidad de la localidad; de un núcleo urbano que en el II Barómetro de Satisfacción de los Servicios Públicos deja manifiesto que la limpieza viaria municipal es el servicio peor valorado por los malagueños. Esperamos no un día sino una solución firme y efectiva para erradicar este perjuicio que enmugrece a esta población por la ineficaz gestión de sus representantes. Es sobrecogedor que habitemos en una capital cochambrosa. Molière les recuerda: la hipocresía es el colmo de todas las maldades. Adecenten Málaga.