El caso es que uno se va a almorzar con dos buenos amigos, el abogado mercantil Vidal Setién y el capitán de yate José María Bustamante, al Parador de Gibralfaro, lugar privilegiado frente al mar desde lo alto, donde además se come bien, pero el comensal se desespera por la lentitud del servicio, ¿tendrá algo que ver que trabajan para el Estado?, hay que levantarse para llamar al camarero -cuando solo hay tres mesas ocupadas-, no se acercan para ver si algo falta, y se les olvida poner el pan, y cuando se lo recuerdas te dicen que «que todo sea eso, que falte al pan». Pues sí, el pan es muy importante, señorita. De los Paradores de Fraga a los de hoy de Óscar López, el anterior secretario de Organización de PSOE. Si es que los amigos están para algo.

Pero también debe ser muy importante el coste del viaje del presidente Sánchez al Festival Internacional de Benicássim, que se declara «materia clasificada». Esto se llama (ab)uso de poder. Y Carmen Calvo, la vicepresidenta, ante la avalancha de casos, después de los dimisionarios Máxim Huerta y Carmen Montón, y ahora la erupción de Dolores Delgado y Pedro Duque, dice que hay que «regular la libertad de expresión y el derecho de información», porque te toca a ti, ¿no, Carmen? Pero, claro, con el PP era ley mordaza. Ahora, no. Qué jeta, se quieren sacudir la libertad de expresión, les produce dermatitis, cefaleas, diarreas, insomnio y trastornos de ansiedad. Decía Camus con gran honestidad: «Si yo creyera que la verdad es de derechas, allí estaría». Bueno, si hasta el mismo presidente ha chapoteado en el plagio de su tesis, y lo que digo es que ésta es la parte del iceberg visible, qué será lo que hay en las fosas abisales. Da miedo. Se trata del segundo principio de la termodinámica. La entropía de un sistema físico cerrado solo puede aumentar, nunca puede disminuir. La entropía es una magnitud física que mide la cantidad de desorden de un sistema. Fíjense el que hay en el Gobierno y en sus socios, la banda del lazo y los nuevos bárbaros… Así, todo sistema físico cerrado, que no reciba energía del exterior, tiende a perder su grado de organización. Lo que pasa es que el astronauta Duque ve Hacienda desde el espacio. Nosotros desde el agujero del bolsillo.

Pero qué entrevista tiene el encarcelado Villarejo. Aunque por motivos espurios -que no espúreos, palabra incorrecta- y contra su voluntad está sacando la mierda de las sentinas del Estado, él, que se ha movido siempre en las cloacas, así está la ministra de Justicia, desencajada. No sabía que estaba siendo grabada y otros y otras lo fueron también, por eso el general Félix Sáenz, director del CNI, se enfrentó a él desde hace tiempo. Pero mires por donde mires, te encuentras el país hecho unos zorros. El Consejo de Dirección de la SGAE aprueba la retirada de la entidad como acusación particular contra Teddy Bautista en el caso abierto por la presunta trama parasitaria que se inició con la Operación Saga hace siete años. No quieren hacerle pupa al colega. Como canta Serrat, hay que buscar otras lunas.

Misterio no hay ninguno. Lo que sí es un misterio es el valor exacto de G, la constante de gravitación universal, que sigue siendo desconocido, como acaban de comprobar los chinos, que vienen apretando, eh. Otros misterios interesantes son del noir, la novela negra, los detectives Bevilaqua y Chamorro, por ejemplo, de Lorenzo Silva, que se enfrentan a casos que seducen porque suceden.

Pero es que hay tipos peligrosos, como el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, que llegó de Chile. Fue condenado por el secuestro de Emiliano Revilla y nunca pagó la multa civil a la familia. Y, encima, traduce mal a Llarena, no se habrá dado cuenta el hombre. A Bélgica hay que devolverle la pelota, lo que le está haciendo a España debe tener precio, en otro caso no te respetarán, piensa que te están observando otros países, el primero Marruecos. Pero en el pecado tienen la penitencia. Allí arriba se aplica ya la sharía en algunos barrios. Se van a enterar, o enterrar. Aunque en esto, no les vamos muy a la zaga en Cataluña. Octavio Paz escribió sin imaginar tanto:

Pulido cielo azul de invierno purocomo la frente, como el pensamientode una muchacha que despierta, fríocomo suelo de estatua sin memoria