Los obispos, con Franco

Que los obispos apoyen el volver a enterrar a Franco con honores sagrados es de cajón. Siempre se han negado, incluso a petición mayoritaria del clero, a pedir perdón por su complicidad al bendecir como Cruzada aquella feroz guerra social, por la que se dio la máxima distinción vaticana a un Franco que se afirmaba dispuesto «a matar a media España para salvar a la otra media». Tampoco va a arrepentirse de ello un papa ‘renovador’, que sigue canonizando a muchos ‘mártires de la fe’, muertos en realidad por ser identificados como lo que eran, miembros señalados de una organización cómplice del franquismo; papa que tampoco ha dudado, para intentar hacer más respetable su cargo, en canonizar hasta a un Wojtyla, que dio una comunión sacrílega a otro sangriento dictador, Pinochet. Genio y figura, entre ambos poderes tradicionales, ‘el Trono y el Altar’, hasta la sepultura.

Antonio Bertrán Buendía. Málaga