'Adiós Montserrat', por Venancio Rodríguez Sanz

Amanece, está amaneciendo y se oye a un violín que está llorando. Llora con las notas del Ave María de Schubert. ¿Qué le pasará que tan triste está? Que sus lagrimas el aire están impregnando. Llora por Montserrat Caballe con notas empapadas de dolor, que en su pañuelo, la tierra está enjugando. Apoya el violín su cabeza en el hombro de su amado y llora, desconsoladamente, llora sin descanso Él, con ternura, acaricia su cabeza con su mano y le dice:"Sosiégate, violín, es ley de vida y, tenemos que seguir tocando." Pero el violín no puede, y suspira y se lamenta con el Ave María entrecortado. Lo intenta, pero no puede dejar de humedecer sus notas porque se le ha roto el corazón. Se le ha quebrado la armonía. Se le ha fracturado la paz. Porque se ha ido Montserrat. Por eso llora desconsolado.

'¿Torpeza o narcisismo?', por Juan Fernández Sánchez

uLo sucedido en la recepción de los Reyes con motivo del 12 de octubre solo se puede explicar de dos maneras: O Sánchez y su esposa, Doña Begoña (que por cierto llevaba otro vestido muy humilde, muy socialista), son torpes sin una mínima idea de protocolos o simplemente a Sánchez de Gómez le ha delatado, una vez más, su afán de protagonismo y narcisismo. Eso sí, para el pseudopravda global y TVE se trató de un malentendido y una anécdota. Solo les ha faltado decir que fue gracioso o simpático.