El líder del PP andaluz se fue el otro día a los pinares de La Puebla del Río, en Sevilla, a dar una rueda de prensa en el mismo lugar que en el año 74 Felipe González, Alfonso Guerra y otros dirigentes del PSOE se hicieron aquella mítica foto de la tortilla. Nadie ha desvelado nunca, por cierto, si tenía o no cebolla. Dice Bonilla que los socialistas actuales han traicionado el espíritu de aquel cónclave. No cabe más sandez. Una sandez como que si no fuera patatera sería garbancera. Ahora va de guardián de las esencias del socialismo en sepia con chaqueta de pana. A Moreno Bonilla no le importa nada aquel espíritu ni sabe qué esgrimía el PSOE por aquel entonces (nacionalizar la banca, por ejemplo) ni lo que su partido (la futura AP) iba a proponer poco después, o sea, casi el consabido «una grande y libre» y no el autonomismo. Dice el presidente, que no líder, del PP andaluz que Susana Díaz se ha echado en brazos de los podemitas y de los independentistas. Lo único que le faltaba a Díaz es alguien que le dé más excusas para envolverse en la bandera española, con flequitos blanquiverdes. Cada vez que Bonilla acusa a Díaz de poco patriota o poco española o poco andalucista, Susana Díaz debe sumar mil o dos mil votos. O cinco mil. La precampaña del jefe popular no va muy bien que digamos. La estrenó dando una rueda de prensa delante de un puticlub. Glub. Fue para denunciar que un cargo socialista se gastó 15.000 euros en una juerga una noche de 2010 con cargo a una tarjeta de la Junta, aunque luego lo devolvió.

Me van a perdonar pero el gesto de Bonilla delante del club era como de «qué envidia». La cosa es que al club en cuestión le dio bastante publicidad, si es que aún está abierto, que yo estimo que sí, dada tan distinguida y desprendida clientela. No se me pierda imaginando qué le pueden hacer a alguien en un putiferio para tener que pagar 15.000 trompos y céntrese en la idea principal de esta columna: Bonilla quiere situar a Díaz muy a la izquierda (su mensaje implícito, con tortilla, es que ella no es tan patriota como eran González y Guerra) para ver si así él se queda con todo el espacio de la derecha. Lo que va a conseguir es que la suma del PSOE y Podemos sea de mayoría absolutísima. El PP andaluz tiene aún que comer muchas patatas para llegar a construir una alternativa y sus posibilidades escasas de gobernar pasan por que sumen con Ciudadanos. Poca vuelta a la tortilla se prevé.