La morriña es un sentimiento, un estado de ánimo que a los gallegos nos cuesta explicar. Es una mezcla de melancolía, de recuerdos de otros tiempos o de la lejanía de los seres queridos o de la propia tierra que hace que te invada un cierto sentimiento de tristeza. Durante años el Breogán ha mirado a la ACB como un reto. Han sido 12 años en las categorías FEB recordando esos partidos en la élite del baloncesto español. El domingo una parte de esa morriña desaparece con la primera visita al Carpena para medirse al Unicaja. Mucho tiempo ha pasado desde la última vez. Curiosamente también fue un domingo a las 12 y media. Desde el 11 de diciembre de 2005, en Málaga, no juega el Breogán.

La morriña pasa a ser ahora un sentimiento compartido entre lucenses y malagueños porque como todo el mundo recuerda aquella temporada que terminó con el descenso del Breogán fue la temporada donde el Unicaja conquistó el título de Liga. La Liga de Berni, Cabezas, Garbajosa, Pepe Sánchez, Risacher, Pietrus, Hermmann, Daniel Santiago, Marcus Brown, Lázaro, Sánchez y Scariolo. Una gesta mayúscula que ahora parece difícil de repetir.

Aquel día de diciembre de 2005, el Breogán lograba ganar en el Carpena (74-77) gracias a una gran actuación de Pete Mickeal. El americano, fichado por los gallegos del Makedonikos griego, comenzaba una gran carrera en la liga que culminaría en Baskonia y Barcelona. En aquel equipo breoganista también estaba Tyrone Grant, el jugador de la universidad de St. Johns que haría una gran carrera en la LEGA italiana, o Alfons Alzamora, y aunque no jugó aquel día, Alfonso Reyes. El actual presidente de los jugadores españoles y que después de militar cuatro temporadas en el equipo cajista, pasa parte del año en el Rincón de la Victoria, apuraba los últimos años de su gran carrera deportiva.

En estos 12 años han cambiado mucho las cosas en ambas ciudades, dos de las grandes ciudades del baloncesto español, pero el resultado no está tan decidido como la clasificación puede decir. El equipo lucense tiene grandes jugadores y en buena forma como Jerome Jordan, Lofberg, Gerun o Sergi Vidal y un viejo conocido de la afición verde: Romaric Belemene. Si el equipo sale con el espíritu de Burgos o de la primera parte ante el Vilnius, la victoria podría volar hacia tierras gallegas. Suerte?