¿Es hoy la gente más inculta que antes?. Es posible, pues no es el acceso a la educación, incluida la superior, lo que le hace a uno culto, sino la curiosidad por las cosas, el deseo de informarse, la afición a las manifestaciones del arte, el gusto por la historia, el empleo, en fin, del ocio no en matar el tiempo, sino en matar la ignorancia. Pero, sea o no más inculta, lo que no tiene duda es que aquellos que no quieren cultivarse (pocos pueden decir hoy con base que no tienen la oportunidad) se han desinhibido, y hasta hacen alarde de su embrutecimiento. Aunque sea obvio el papel decisivo de muchos programas de TV en esa tarea de difusión masiva y envalentonada de lo peor que somos, ¿no será semejante el de bastantes administraciones locales y autonómicas al abandonar, con el pretexto de la crisis, el campo de la cultura, la difusión de sus bienes y el proselitismo cultural?.