'Telefónica daña nuestros inmuebles’, por Pablo Alejandre Calviño

Recientemente, en cientos de pueblos españoles, han desembarcado los operarios de Telefónica para causar daños a decenas de miles de particulares con su tendido de fibra óptica. Por si teníamos pocos cables deteriorando nuestras fachadas, estorbando y encareciendo su conservación, por no hablar del horror estético, ahora viene Telefónica a fastidiarnos más y, con la prepotencia de una multinacional y el respaldo de las autoridades, nos está colocando el tendido por las fachadas como si fueran públicas, sin el permiso de muchísimos propietarios. Bien está que se instale fibra óptica, pero Telefónica no tiene derecho a imponernos, abusivamente, esa cara servidumbre sólo para ahorrarse costes en el tendido e incrementar aún más sus ya colosales beneficios. Que cada palo aguante su vela, y cada negocio sus costes, sin invadir la propiedad ajena.

'Ya no te trago Errejón', por José Llano Díaz

Eras mi esperanza ante el desmoronamiento de Podemos por la tiranía de quien por su corrupción como una casa, sus bandazos ideológicos y tácticos y su vergonzosa entrega al más feroz nacionalismo separatista está destruyendo, cifras al canto, el partido. Por confiar en ti, yo cerraba los ojos ante tus grandes deslices de antes y después de 2015 y, cuando podía, te animaba y estrechaba tu mano. Pero en noviembre de 2018 has alabado la sanidad y el poder comer tres veces al día en Venezuela, contra toda evidencia y la denuncia de mil asociaciones, para no hablar de la misma confesión de Maduro. Hay que ser muy miserable para tapar así el hambre y la falta de sanidad de un pueblo. Ya no te puedo tragar, Errejón.

Algunos que presumen de izquierdistas no dudan en sacrificar ese u otros pueblos del mundo “hasta después de las elecciones”. Su inhumanidad les será contraproducente, porque no conseguirán sino que los ciudadanos de aquí voten a otro partido o se abstengan, facilitando el triunfo de quienes sabemos.