Una nueva tecnología, basada en aceleradores de partículas, pretende reducir los efectos secundarios de la radioterapia contra el cáncer.

Se basa en aumentar la intensidad de la radiación y reducir los tiempos de exposición. Integrada en futuros dispositivos médicos portátiles y de bajo consumo energético, podría asimismo hacer más accesible la radioterapia en diferentes lugares del mundo.

“Hemos visto en ratones que las células sanas sufren menos daño cuando aplicamos la dosis de radiación durante un intervalo corto de tiempo; sin embargo, el efecto de destrucción del tumor es igual o superior al de una exposición convencional más larga; si el resultado se mantiene en humanos, sería muy esperanzador”, afirmó entusiasmado uno de los líderes de la investigación.