No es un juguete

La mitad de los niños y niñas de 8 a 10 años ya tienen móvil, y la otra mitad lo tendrá, si nadie lo remedia. Y esto a pesar de que los expertos recomiendan una edad mínima de 14 años para la posesión de un móvil. Los niños insistirán porque no quieren ser los últimos en tenerlo, y los padres cederán en uno de los mayores actos de irresponsabilidad colectiva de esta sociedad en la que vivimos. Antes de darlo como un fantástico regalo de cumpleaños, deberíamos saber que cuando ponemos un móvil en las manos de un niño estamos aumentando el riesgo de acoso, y estamos permitiendo el acceso a contenidos perniciosos para el desarrollo de una mente aún por amueblar y estamos consintiendo la publicación de datos e imágenes con destino desconocido y contra la intimidad de los más indefensos. No es un juguete por mucha capacidad de control parental que creamos tener. Y a pesar de todo, la avalancha es incontenible y pronto todos los niños menores de 10 años tendrán su móvil. Pero, ¿alguien puede explicarme para qué lo necesita un niño de esa edad?

Alberto Ruiz Rodríguez-Rubio. Málaga