Ya no se sabe dónde están los límites de respeto y educación, y no solo hacia la figura femenina, también hacia adultos, profesores, jefes, entrenadores y ancianos.

Cada vez que se produce un asesinato de una mujer, los telediarios, las redes sociales y las conversaciones de calle se adueñan del tiempo de nuestro país, quedando en el olvido para los que no lo vivimos de cerca. ¿Realmente hacemos algo cada uno de nosotros por mejorar la situación? Hagamos algo cada uno de nosotros YA

Como mujer he tenido la suerte de estar educada en un ambiente de libertad, educación, independencia y autonomía, pero como todas, he experimentado a lo largo de toda mi vida comentarios y acciones con intenciones limitantes y algunas me han podido afectar más que otras, pero no a todas les he puesto voz y las he defendido a capa y espada.

Nuestro cuerpo y nuestra voz deben ser nuestras mejores armas, por eso, creo firmemente que deberíamos saber defendernos a través de la defensa personal. Usar nuestra fuerza y la de la otra persona en beneficio propio y esto lo podemos empezar a hacer todos YA, desde los más pequeños hasta los más mayores. Quizá no nos pase nada a nosotros directamente, pero con esto también podremos ayudar a otras personas.

También deberíamos prepararnos mentalmente para situaciones complicadas de riesgo (existen formaciones para psicólogos en situaciones de catástrofes), para que el miedo no paralice, sino que lo controlemos. Saber defendernos física y mentalmente de personas malas, esto si depende de nosotros y podemos empezar YA.

Educar en inteligencia emocional también sería una posible solución que podemos empezar todos YA, evitar el desarrollo incontrolado de la ira, favorecer el respeto hacia la diversidad y el control de los impulsos. Y el deporte también es muy importante al ser el mejor escenario para observar conductas y educar en valores. Adultos y entrenadores adquieren especial importancia en este aspecto, así que empecemos YA.

Además de prepararnos todos en defensa personal y en inteligencia emocional, ¿reaccionamos como deberíamos en situaciones determinantes? ¿Denunciamos las injusticias que vemos o nos cuentan, incluso las que vivimos en primera persona? ¿Evitamos comentarios limitantes, machistas, sexistas o radicales? ¿Miramos para otro lado al no tocarnos directamente a nosotros?

Avisar a familias y amigos si nos cuentan posibles maltratos físicos o psicológicos aunque nos digan que no lo contemos, denunciar posibles personas que usan drogas en sus bares, a empresas que han cometido infracciones e ilegalidades€ todos nos hemos callado! Alcemos la voz y seamos valientes y justos YA.

Nuestra voz, nuestro cuerpo y nuestra mente son las mejores armas. Trabajemos las tres, la primera con valentía y seguridad, la segunda con técnicas de defensa personal junto a la práctica deportiva y la tercera con inteligencia emocional y a través del deporte.

Si la justicia española es blanda, seamos los buenos más duros y fuertes, si el altavoz de las redes sociales no es suficiente, que sea nuestra voz y nuestras acciones las que manden y que las oportunidades que tienen agresores y asesinos seamos nosotros los que se las quitemos.

No esperamos más, reaccionemos cada uno de nosotros YA

*Alba López es psicóloga deportiva y entrenadora