Han anunciado que se van, que lo dejan, que ya no juegan a pelearse como chiquillos con los delantales puestos mientras cortan rabos de zanahoria. Sergio Torres y Javier Torres se despiden en La 1 de Torres en la cocina, el programa de ídem que con mucha discreción pero con divertidos y eficaces resultados ha estado en la televisión pública tres años y medio. No son Carlos Arguiñano, que está en otra dimensión. Ni peor ni mejor, es otra cosa. El cocinero vasco, a eso de la una y media del día se pone su careta de bufón, suelta el chiste, su particular monólogo de presentación como hacen los del Club de la comedia o Andreu Buenafuente en su show nocturno, se lava las manos, y empieza a cocinar. Los Torres tiran de calmada ironía, sin alharacas ni sermones, y se centran en sus recetas fáciles y asequibles como norma de la casa. Se van, pero no ya. Lo anunciaron hace unos días, pero es un anuncio de futuro. Que se van, sí, pero hacia marzo del año que viene. Por proyectos que tienen entre manos. Torres en la cocina es como un teatro para cocinillas que hacen de público, un poco agobiado, es verdad. Si se despistan les salpica el aceite de freír los calamares. Ahora, como es lógico y hacen los cocineros de todas las cadenas, se ponen locos haciendo recetas navideñas. El otro día hicieron unos huevos rellenos de gambas que los prueba Quim Torra el esloveno y se le quita toda la tontería. Seguro que el malagueño Dani García -tres estrellas Michelín, es decir, que roza el cielo gastronómico-, muy conocido por sus visitas a Masterchef y por otros programas de televisión como Cocineros al volante, también en TVE, o Top chef, en Antena 3, nos enseña a cocinar para creernos que, ya que no podemos comer en los comedores del restaurante del hotel Puente Romano de Marbella donde elabora sus exquisiteces, en casa también podemos sentirnos gastrónomos de exquisito paladar y discreta cartera cuando sustituya en marzo a los Torres.

Paquirrín también

También nos enteramos de otra lumbrera que se va. Siento mucho tener que anunciar esta triste, insospechada noticia. Prepárense. Agárrense a lo que tengan a mano porque se les puede venir el mundo encima. Advertidos quedan. Paquirrín, el de la Pantoja, el pinchadiscos y eminente cantante de letras de una altura que roza la gloria verbal de los más grandes poetas del firmamento -tu amor me lleva al cielo, y tú me haces volar, si me dices te quiero, no dejo de soñar, o esta otra quizá más sublime, vamos pa’la playa que hace calor a bañarnos en cuero, quiero ver tu cuerpo cómo se mueve que no me entero, vamos pa’la playa que hace calor a bañarnos en cuero, quiero ver tu cuerpo cómo se mueve que no me entero-. Ya se lo advertí. ¿Sin habla, no? Pues bien, el señor de tanta gloria musical y literaria, don Kiko Rivera, se retira de los escenarios porque «tiene bajón anímico y le es imposible actuar», se leía en un titular arrasador y temible en Sálvame. ¿Qué les dije? Espero no haberles causado mucho estropicio neuronal. Sin embargo al que no lo bajan ni con agua caliente de los escenarios es a Jorge Javier Vázquez -se quejaba hace poco de que la Academia de Televisión aún no le ha dado el premio que merece. No me ha premiado, dice, siendo uno de los mejores profesionales de este país-, aunque la gira con su última función teatral no ha sentado nada bien en el pueblo tinerfeño de Güímar, cuyo ayuntamiento del PP lo contrató por 31.000 euros, cantidad que a la versión isleña de Podemos le sabe a promoción personal de su alcaldesa, que tiene fascinación con la órbita Sálvame ya que no hay fiesta que no pregone o Lidia Lozano, o Carlota Corredera, el director del chiringuito, David Valdeperas, o el que hace los recados y le lleva el café a la abotagada Belén Esteban. ¿Qué sería de la enganchada audiencia de esta indigesta diversión si a los obreros cualificados del circo les diera un vahído general y tuvieran que dejar el tajo de Sálvame como los Torres la cocina de TVE, se dice ahora que por baja audiencia? Entonces sí sabría la derecha ultramontana e hipócrita lo que significa desestabilizar España.

Cordero de Vox

Tonterías, clama sin apenas mover un músculo de la cara el líder vigoroso que, a pesar de ir como una bala por el mundo repartiendo sus sabios y caros consejos, descendió a la tierra y, entre otros mensajes, le dio varios, y muy sonoros, con trascendencia que aún colea en periódicos, radios, televisiones y redes sociales, a Vicente Vallés y Diario de Mallorca. Cordero de Vox que quitas el pecado del mundo, salmodió el cura Wyoming en una misa delirante del aznarismo con Dani Mateo de monaguillo, misa que echó mano de imágenes de la conversación con el líder que se bajó de los escenarios de la política para no irse jamás de ella mediante representantes de su religión en la tierra. Qué cansino este tipo. Es más arrogante que un carabinero fresco frente a un langostino congelado del ultramarinos de la esquina para la cena de mañana. El que sí se ha bajado de la escena ha sido Chiquetete, que ha dicho adiós para siempre a los 70 años, hecho que, como un Pablo Casado oportunista, deslenguado y cínico con la traumática muerte de la chica Laura Luelmo, haciendo política con el cadáver de la zamorana, ha dado sentido a la presencia en Sálvame de la absurda Raquel Bollo, exmujer del cantante de coplas aflamencadas acusado de maltratar a la colaboradora. Es verdad que la muerte de su ex le ha sobrevenido, pero también que le vale para justificar unos días su patética inanidad en su vuelta al plató del dramaturgo Jorgeja. La que sí me da penita es la gran Carmen Sevilla

-cómo me mofaba de ella sin saber que ya empezaba a tener síntomas de esa corrosión de la memoria que la está destruyendo, ay-, que se está despidiendo del mundo, olvidándose de todos y de sí misma, puto Alzhéimer. Los guionistas del tito Wyo podrían hacer chistes con el adiós de los Torres y con el cordero de Vox del PP aznariano, pero alguna lagrimilla soltarían con el irremediable de Carmen. Ay.La guinda

Triunfitos

Si no ha habido cambios de última hora, ayer los concursantes de Operación Triunfo, ganadores y perdedores, con la triunfadora de 2017 Amaia Romero y Famous, el de este año al frente, estarían grabando la gala especial de estas fiestas -sí, de estas fiestas, que así lo decía el que escribe antes de que la diputada del PP le afeara a Pedro Sánchez que dijera fiestas en vez de navidad- para el 26 en La 1. Ánimo, el olvido se acerca.