Déjenme que hoy les hable de platillos, guitarras, panderos y violines de tres cuerdas. De mayordomos, abanderaos, alcaldes y 'tontos'. De Málaga. De esos héroes que durante siglos han mantenido viva una de las formas musicales más antiguas de la península ibérica y el folclore vivo más antiguo de Europa. Sí, les hablo de verdiales porque hoy, como cada 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, el recinto ferial de Puerto de la Torre acoge la 57ª edición de la Fiesta Mayor de Verdiales. Sobre el escenario, 27 pandas en sus tres estilos (Montes, Almogía y Comares) competirán en las distintas modalidades. Un año más, allí me encontrarán, con un vaso de vino dulce de los Montes en una mano y un buen trozo de lomo de cerdo en manteca colorá en la otra. Es una de las citas más recomendables de la Navidad en la ciudad.

La fiesta vive días felices, tras décadas en las que no se le prestó la atención que merecía. Hoy aumenta el interés por este arte, sus actuaciones se comparten en redes sociales y nacen nuevas escuelas de verdiales en la provincia. Frutos de la pasión con la que los fiesteros siguieron con la tradición oral que habían aprendido de sus padres. Gracias a estos malagueños, los verdiales han resurgido con fuerza. Uno de los pasos más importantes para la consolidación y reconocimiento se produjo en 2010, cuando la Junta de Andalucía declaró a los verdiales como Bien de Interés Cultural. Eso, unido al apoyo de la Diputación de Málaga y el Ayuntamiento de Málaga, que han patrocinado y promovido las citas musicales.

Este mecenazgo no es suficiente. Y les hablaré de una escena que viví esta semana en casa para ilustrarlo. «¿Dónde es eso, tito?» me preguntaba mi sobrina esta semana mientras sonaban los vídeos del Día de Jeva. La pobre pensaba que era otra extravagante modernez folclórica de las que le gustan a su tío. Quedó prendada con el ritmo, los toques y el baile. Como su tío cuando lo descubrió en Feria. Mientras le ponía más vídeos en mi cabeza le daba vueltas a mi currículo escolar, buscando algún contenido, alguna clase en la que me hubiesen hablado de este arte malagueño. Ni una nota al pie. En el colegio me enseñaron a bailar sevillanas, pero ni rastro de lo nuestro, de los verdiales. Algo tiene que cambiar..

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Las imágenes de la Fiesta Mayor de Verdiales de 2017