Haces mal en decirles esas cosas, tienen la ilusión y no conviene que la pierdan, le dice ella. Pero ya están en una edad y deben hacerse mayores de una vez, no pueden vivir siempre en un mundo de magia, responde el. ¿Y qué hay de malo?, toda la Navidad es fantasía, y hay mucha gente que la disfruta, dice ella. Ya, ya, también hay otra que se pone triste, y a la que tanta alegría le carga, repone el. Bueno, pero yo hablaba de los Reyes; ya sabes que ellos siguen disfrutando mucho con la Fiesta, insiste ella. Bieeennn, de acuerdo, vale, vamos a echar la carta, aunque sea a última hora, e iremos otro año a la cabalgata con los papis, concede el niño. Pero tiene que notársete, hermanito, si no te ven ilusionado de veras, o te pones a hacer comentarios sobre barbas, coronas y demás, te cargarás la magia, dice la niña. Vaaale, hermanita, todo sea por los papás, ¡uuufff!.