El nuevo año ha empezado infernal para Unicaja. Salió derrotado en Valencia por doce puntos el pasado miércoles en uno de los partidos más importantes de la temporada. Esto todavía tiene solución puesto que se puede remontar ese basket average en el Carpena y, de no hacerlo, puede dificultar más el camino para ganar la Eurocup, pero solo eso. Creo que es mucho peor noticia la recaída de Alberto Díaz en esa lesión en los isquiotibiales que le dejará como inquilino de la enfermería del Carpena por tres meses. ¡Tres meses! A la altura de temporada en la que estamos, es no contar con el pelirrojo en la copa del Rey. Pero tampoco en el resto de partidos de este top 16 de la Eurocup.

Estoy de acuerdo con quien piense que la mala suerte se ceba con el Unicaja. Y es que debemos sumar la baja de Carlos Suárez a la de Alberto. No nos engañemos. Esto es quitarle al equipo los dos jugadores de más carácter, y ese carácter es muy necesario para lo que se nos viene encima ahora, la parte más importante de la temporada. Esto hace a día de hoy que tengamos nueve jugadores de rotación porque Viny Okouo no cuenta para el entrenador por los motivos que sea. Jugar con nueve al nivel de intensidad que se juega y con dos partidos a la semana es jodido. Pero entrenar con nueve sí que es de una dificultad terrible. Por desgracia, el segundo equipo del club es el equipo junior, lleno de chicos que seguro tienen una ilusión terrible pero que no están preparados todavía, por su juventud, ni para entrenar con el primer equipo y aportar de una manera regular. Otra cosa es de una manera puntual.

Esto puede llevar al club a tomar la decisión de ir al mercado para fichar a un jugador temporero, bien por el tiempo que los lesionados estén en el dique seco, o bien hasta el final de temporada.

Lo que me mata es que Alberto Díaz se lesionara por resbalarse en una pegatina. ¡¡¡Letal!!! No tropezó, ni le cayó nadie encima, ni fue ningún mal gesto. Una pegatina. Fijaos en la delicada situación que deja esta lesión al equipo. Pensad que, posiblemente, esta lesión implique que el club se plantee ir al mercado para incorporar un jugador con el consiguiente gasto económico que eso supone. Y todo porque una pegatina que había en el parqué resbalaba. ¡Muy fuerte!

«Vestir» la pista con pegatinas publicitarias es una manera de aumentar ingresos para el club local. A veces esas pegatinas son del propio organismo que dirige la competición. O son patrocinadores de esa organización. Todo esto está muy bien y todos lo comprendemos. Pero ya se podrían hacer de un material que no pusiera en peligro la integridad física de los deportistas. Alguien podría comprobar antes de que comenzara el partido que esas pegatinas son un peligro. Alguien debería pensar en algún momento en los jugadores, cuyos cuerpos son su herramienta de trabajo y que ya asumen en el juego un factor de riesgo físico como para aumentar ese riesgo con el estado de la pista. Alguien debería pensar en los clubes que ponen mucho dinero para mantener equipos de este nivel y que, en el caso del Unicaja, pierde ahora a uno de sus efectivos por tres meses no por mala suerte, sino porque una pegatinita resbalaba. No sigo que me caliento.

En fin, esperemos que Alberto vuelva lo antes posible y más fuerte si cabe. Para él ha tenido que ser frustrante lesionarse por este motivo. Pero estoy seguro de que va a trabajar como un animal para estar a disposición de su entrenador lo antes posible y así ayudar a su equipo.

Esperemos también que, sea cual sea la decisión que tome el club, si mantenerse con chicos del junior ayudando en los entrenos o yendo al mercado, sea un acierto. Y que si decide ir al mercado también dé con el jugador idóneo que pueda ayudar al equipo, que acertar tampoco será fácil.

Pero lo importante es que quien corresponda se haga mirar esto de las pegatinas, para que dejen de ser un peligro para los jugadores porque esta vez le ha tocado a Alberto y serán tres meses de baja, pero imaginaos que hablamos de algo más grave como una rotura de ligamentos de una rodilla por esto de las famosas pegatinas. Que esta desgracia sirva para que nunca más vuelva a repetirse y que hablar de ello solo dé para este artículo.