Ser entrenador es una profesión compleja, que requiere formación, actualización y mucha responsabilidad, sobre todo en época de formación del deportista.

Rodearse de fisioterapeutas, médicos del deporte, nutricionistas, psicólogos y rehabilitadores facilitaría el trabajo a los entrenadores, lo que se considera un trabajo multidisciplinar y sería lo más óptimo de cara a la mejora de los jugadores, pero sobre todo en época de formación esto no es posible así que no queda otra que «formarse» en conceptos básicos en relación a todas estas disciplinas.

La comunicación resulta fundamental en el proceso de aprendizaje, siendo la escucha activa y el mensaje asertivo los principales responsables del progreso. En ocasiones el mensaje no es tan explícito y se debe profundizar prestando atención a detalles externos o gestos intentando captar y reconocer el mensaje implícito. Una comunicación asertiva también es difícil al deber respetar los límites de la pasividad y la agresividad, buscando siempre disciplina, respeto, superación y aprendizaje.

Conocer conceptos sobre la Psicología Evolutiva y del desarrollo ayudará a conocer las diferentes etapas por las que se pasa desde la niñez hasta la adultez en relación a aspectos cognitivos, sociales y emocionales y con ello la gestión del desarrollo del aprendizaje.

La inteligencia emocional también es muy importante para el auto conocimiento, la gestión y la gestión del conflicto en relación a las propias emociones y las de los demás. Los conflictos y las dudas son inevitables durante la temporada dado los diferentes contextos y situaciones que rodean al propio entrenador y a los deportistas.

Los padres también forman una pieza importante en el desarrollo deportivo de sus hijos y deben colaborar en la mejora. Entrenadores y padres deberían encontrar un equilibrio en la comunicación para estar en sintonía e ir en la misma línea (dentro de lo posible) en relación al proceso educativo. Trabajar realmente en equipo.

El liderazgo es un concepto importante en la relación entrenador-deportista y entrenador-familia. Estudiar y poner en práctica habilidades de liderazgo favorecerá la correcta gestión tanto del deportista individual como del equipo, la orientación hacia las metas u objetivos y el mantenimiento de la motivación individual y grupal. La empatía, la asertividad, el uso de refuerzos positivos y negativos, el tipo de mensaje, los roles€ son aspectos a trabajar y mejorar constantemente en un grupo de trabajo.

El deporte puede convertirse en un gran trampolín hacia el progreso y mejora, siempre y cuando los entrenadores no hagan mal uso de su poder, estudien, sean humildes, escuchen y se rodeen de aquellas personas que puedan ayudarlos en la gestión de sus deportistas.

Ser entrenador supone una responsabilidad en relación a la educación y desarrollo, siendo en muchas ocasiones figuras de referencia y modelos a seguir en edades tempranas. Una profesión que debería estar reglada, controlada y valorada y de obligatoria actualización.

Conceptos técnico-tácticos, normativas, arbitraje, competición, psicología del deporte, psicología del desarrollo, inteligencia emocional, preparación física, nutrición, pedagogía€ ¿Te sigues formando como entrenador? El ser humano es complejo y la sociedad actual hace más complejo aún el proceso de aprendizaje, ¿a qué llamas ser buen entrenador?