Moreno ha hecho un Gobierno con bastantes desconocidos y eso está bien. O sea, no ha cedido a cuotitas, devolución de favores, etc. No están muchos de los nombres clasicones de dirigentes andaluces del PP que se barajaban. Bastante ha tenido con que las negociaciones se las hayan llevado desde Madrid. Al menos el Gobierno ha podido hacerlo él. Afirma que Casado le ha dejado manos libres. Él y Elías Bendodo, que resulta hombre fuerte y poderoso pero no sé si tanto como él quisiera. Bendodo es el nuevo Zarrías. Presidencia nada menos, pero emparedado entre una vicepresidencia muy mediática (Juan Marín, que también tiene nada menos que Turismo) y una presidencia, la del propio Juanma Moreno. Es un Gobierno saludablemente femenino, con una excelente cuota malagueña, dado que además de Imbroda (Educación), Bendodo y el presidente, también es considerada de la tierra Rocío Blanco Eguren, cordobesa directora provincial de la Tesorería de la Seguridad Social en Málaga. El portavoz no está decidido. O sea, el Gobierno aún no tiene cara. Todos los gobiernos procuran tener una cara amable que dé la cara, valga la redundancia, ante los medios todas las semanas y salga luego mucho a mediodía en la televisión afecta. Hay portavoces de muchos estilos, recuérdense a Rosa Conde con Felipe González o a Miguel Ángel Rodríguez con Aznar o a algunas grisuras del Gobierno andaluz en tiempos socialistas. Si no hay portavoz es porque hay discrepancias. O porque hay muchos candidatos. O una guerra por ver en qué consejería se engloba. La otra posibilidad (que nadie quiera) es descartable por completo. El primer Consejo de Gobierno será en Antequera, que es ciudad preciosa, llena de iglesias, monumentalidad, buen pan y capital moral de Andalucía. Debió serlo. Nos habríamos ahorrado mucho centralismo precisamente escogiendo a la ciudad que está en todo el centro geográfico andaluz. Bien. Habemus Gobierno. Nueva etapa. Día histórico. Hay que desearle suerte y tino con el revanchismo.

Al grito de "la salud es lo que importa" no pasaría nada por añadirle: y la educación y las políticas de bienestar social y el turismo. Marín se estrena en Fitur en unos días. Con la política diseñada. Lo que no va a cambiar es el clima y el magnetismo de Andalucía, su sol y sus playas, su gastronomía y filosofía del buen vivir. Se le pega a uno la prosa de folleto pero lo que queremos decir es que a poco que se hagan las cosas bien (oyendo a los técnicos) Andalucía es una potencia turística difícilmente parangonable. Ya veremos si estamos ante dos Gobiernos paralelos o ante una verdadera coalición. Marifrán Carazo, granadina, llevará Fomento, o sea, el marrón de los metros, el de Granada y Málaga principalmente. Con que acelere un poco las obras que tienen a Málaga en ruinas le estaremos eternamente agradecido. Y más ahora, que el Gobierno es del PP y no tiene por qué tratar de joderle la vida al alcalde de Málaga, cosa que sí podría pasar antes. Un alcalde, De la Torre, que se queda sin nadie a quien acusar de todo. Igual está un poco desconsoladito hoy. A partir de ahora, lo más emocionante: la cascada de nombramientos de segundo nivel: viceconsejeros, delegados en las provincias, etc. Marchará seguramente algún concejal de Málaga a designios mayores a la sevillanía. Con lo cual habrá efectos mariposa derivados de efectos mariposas. Centenares de personas en vilo, o sea. Emocionante.