España es un país populista, en el sentido de que «lo popular» ha ocupado siempre un espacio céntrico en la vida social. Lo popular es, sin más, lo que expresa las vivencias y sentimientos del pueblo. Si nos miramos en el espejo de la representación, hay una línea que va de la novela picaresca (invento español) a las actuales series populacheras de TV (factura propia), pasando por la zarzuela (invento español) y el sainete (invento español). La burguesía suele estar ausente en sus tramas, tal vez debido a que la burguesía, como grupo social capaz de imponer su modelo de vida, y contarlo en las historias, es invento tan reciente en España que buena parte de sus individuos tienen cerca el origen popular y les huele a madre. Lo malo es que debido a ello tampoco nace el anticuerpo crítico que suele haber dentro de la burguesía, del que viene lo mejor de la cultura de Occidente.