'Escenas picantes', por Juan Fernández Sánchez

Tras alcanzar el poder, prometió a bombo y platillo una transparencia muy progresista, pero poco después empezaron a aflorar peculiares viajecitos en el Falcon y otros aviones, a veces junto a doña Begoña, como, por ejemplo, a Benicàssim, así como vuelos en avión o helicópteros para trasladarse solo muy pocos kilómetros, como quien dice, para ir a comprar a la panadería de la esquina. Entonces él y su gobierno Frankenstein afirmaron muy enojados que Sánchez no tenía que dar explicaciones y que lo que hacía, hace y hará a costa del dinero de los contribuyentes es «secreto sumarísimo». Como eso, al parecer, no calaba mucho en los ciudadanos, decidieron firmemente pasar al ataque, inicialmente mediante la portavoz del gobierno Hernanz, leyendo lo que había, o le habían escrito sin casi separar los ojos de las cuartillas (la animamos a que haga un curso de «hablar en público»), afirmando no sé que cosas de «whiskies y vinos extras» en los viajes de Rajoy. A este paso, habiéndose alcanzado un gran nivel político con extraordinarios diálogos y debates en el Congreso y el Senado, todo ello iniciado por Sánchez con sus amenazas a otros partidos políticos («Os vais a enterar») y a periodistas, con la inestimable colaboración de Rufián y demás Tardás poniendo con sus intervenciones canela en rama a los debates, no extrañaría que dentro de poco Sánchez y el gobierno Frankenstein insinuaran la posibilidad de escenas picantes de Rajoy con varias azafatas en paños menores durante alguno de sus viajes oficiales.

'Víctimas culpables', por Verónica Castro Mulder

Una joven a la que «su hombre» tenía encerrada en un sótano ha agredido al policía que iba a liberarla, siendo asimismo detenida. Por desgracia, no es infrecuente que quienes intentan evitar el maltrato a una mujer en la calle sean agredidos por él y por ella. Demasiadas víctimas del patriarcado son también cómplices de sus males. «No habría amos si no hubiera esclavos», nos recordaba Hainchelin. También quien consuela y exculpa de entrada y sin más al esclavo es cómplice del esclavista. El paternalismo quita a la mujer toda libertad, toda responsabilidad. Cada palo que aguante su vela.