A De la Torre flaco todo se le vuelven Porras. El PSOE de Daniel Pérez va a pedir en el próximo pleno que dimitan o echen a los ediles del PP Teresa Porras y Francisco Pomares, sobre cuyas andanzas se está interesando vivamente la Fiscalía. Los indicios son de mangoneo en el trasiego, tramitación o no etc. de expedientes urbanísticos en la urbanización Villas del Arenal, que está resultando un carajal. Villas del Carajal, el chanchullo y el descontrol. La izquierda también se le va a echar encima al regidor. Ciudadanos se lo piensa.

Problemas para el munícipe por antonomasia. A De la Torre no le terminan ni para atrás las obras de la Alameda, que es lo que quiere inaugurar en vísperas de elecciones, además la gente piensa que el caos diario desde Comisaría a la plaza de la Marina es culpa de él, del Ayuntamiento. El puteado conductor no discrimina administraciones.

Problemas. De la Torre ha perdido uno de los blancos favoritos de sus darditos: la Junta. Ahora es afecta. Se supone afecta o del mismo color al menos, aunque el hecho de que Elías Bendodo sea uno de los hombres más poderosos del actual Gobierno andaluz hace sospechar que podría intentar joder bastante a De la Torre, al que profesa una gran inquina por el hecho de que el primer edil de Málaga jamás ha consentido en elogiarlo en público. Y ha despreciado su deseo de ser alcalde de Málaga.

De la Torre tiene además el asunto de Limasa en todo lo alto. El comité procura chotearse de él, que no exhibe las energías que parecía tener antes. Por eso manda a Porras a encararse e insultarse con los trabajadores con nocturnidad; por eso la mantiene haciendo y deshaciendo favores en la empresa. Pero De la Torre sigue como si nada y ahí radica su éxito e incluso su encanto y magnetismo. Este fin de semana se ha puesto el delantal para lo de la berza carnavalera y parece un entrañable señor que está echando una mano para preparar el condumio en una reunión familiar findesemanera, Porras ahí, en la familia, íntima. Otro problema para el alcalde de Málaga podría derivarse de alguna deserción en su equipo, dado que al PP le queda aún mucho por fichar para la Junta. Está también el asunto de los Presupuestos. No hay. Pero esto nadie lo nota, si bien es un síntoma de mala gestión. O indigestión por las peticiones de Ciudadanos.