Hace años, tres señoras diputadas del PP daban crédito para ser llamadas el "trío de la bencina", eran Soraya Sáez de Santamaría, Celia Villalobos y Fátima Báñez, tres mujeres de armas tomar; mordaces, irónicas y siempre dispuestas a formarla, incluso rajando de algunas medidas de los populares que iban contra su conciencia. Este trío tiene ahora nombre de hombres, son de diferentes partidos y están dispuestos a echar gasolina (bencina) a la ya tensionada y crispada vida política española. Son Pablo (Palo) Casado (PP), Albert Rivera (en las dos orillas) de Ciudadanos y Santiago y Cierra España, de apellido Abascal (Vox). La foto de los tres juntos, si es que se produce, podría ser cartel para próximas elecciones representando a la derecha extrema, al centro extremo y a la extrema derecha. El Frente Nacional, vamos. Con bandera, con muchas banderas ondeando a los vientos de la crispación que asolan a esta querida España, Cataluña incluida. Juntos en Colón y "yo voy", con bocadillos y transporte gratis.

Los tres han mordido el anzuelo cebado por la vice Carmen Calvo, con la aquiescencia de Pedro Sánchez, enfrascado en su Manual de Resistencia y como peces de agua dulce se retuercen para convocar a la España nacional católica, la de los balcones, la de la pañolada; la España que clama por ser seguir siendo una, grande y libre; con cantos a los luceros y firmes de cara al sol con la camisa nueva. Los tres han llamado a arrebato, a toque de corneta para cita de obligado cumplimiento (como la misa de 12) en la madrileña plaza de Colón, de Madrid. No es la Plaza de Oriente donde el dictador Franco era aclamado por dictador, pero se le parece. La manifa del domingo puede ser la rehostia para Vox.

A los independentistas y con ellos al presidente Sánchez, resistente incluso a que le llamen (Palo Casado dixit) "mediocre", "felón", "incompetente", "okupa", "mentiroso compulsivo", "traidor", "bocazas", "desleal", "irresponsable", "ególatra", "chovinista", "cómplice de golpe de Estado", "presidente ilegítimo", con algo de narcotraficante que no llegué a entender y responsable de "alta traición". Digo y afirmo que nunca en la historia (ni tan siquiera el "indecente" a Rajoy) hubo político que recibiera tantas lindezas y además todas dichas sin respirar, en apenas en unos segundos, con la cara estreñida y mirada torba (políticamente, hablando). Pablo Casado hace honor para lo que fue elegido por Aznar, a dar palos y zurriagazos, llevando al PP a su casi irrelevancia, tal y cual anuncian las encuestas. Si llegamos al poder, que llegaremos, dicen, se van a enterar: 155 hasta en la sopa y el diálogo al garete, con Vox pidiendo la eliminación de las autonomías y que el ejército ponga orden.

Y todo por un nonato relator, o como diantre quiera llamarse, que ha levantado a las huestes Baroniles del PSOE, temerosos de que les bailen los sillones, como ya pasara en Andalucía donde Susana Díaz se comió más de un relator, con indigestión electoral, que le obligó a evacuar San Telmo, pese a haber ganado. Los jinetes del Apocalipsis (dixit Gabriel Rufián) no perdonan y mucho menos lo que el gran Pío Cabanillas había patentado (creo): "A tierra que vienen los míos". Sánchez, el resistente, es como una mala calentura para muchos socialistas que ven peligrar su presente y su futuro. Y con Guerra echando gasolina a la hoguera. El trio de la bencina no necesita de estas ayudas.

P.D.- (1) Eterna promesa del PP andaluz en la oposición y de la prensa conservadora: terminar con las "casas gratis" de altos cargos desplazados a Sevilla. Ahora, ya no. Cara de pasmo de Bendodo ante la pregunta de la periodista Lourdes Lucio. Bendodo y los sapos.

(2) Acierto, porque tiene oficio y sabe de qué la guerra (Turismo) al nombrar Juan Marín a Manuel Muñoz como secretario general de Turismo. Marín cumple: no miraré carnet sino capacidad profesional. Es el camino.

(3) "La Desbandá" cumplía 82 años y cuando se iniciaba desde Málaga la marcha a Almería, en la Cámara andaluza se alzaba con la presidencia de la comisión de Cultura y Patrimonio Histórico al representante de Vox. El zorro a guardar el gallinero.

(4) Ni socialistas ni Andalucía Adelante impidieron este escarnio y esta vergüenza. Con ellos va el pecado y no sé si, también, la penitencia.

(5) El presidente Moreno no tenía intención de poner su careto en la "manifa" a la plaza de Oriente, perdón, a la plaza de Colón. Cabrear a Casado no es el camino. Y rectifica. Estará con mando en plaza.

(6) Y atentos a la sanidad. De tierras castellanomanchegas ha llegado un sanador, especialista en sajar la sanidad pública sin anestesia. Al tiempo.