'¿Desenchufamos la conciencia?', por Venancio Rodríguez Sanz

No sé qué decir. El tema de la eutanasia me parece tan delicado, que me quedo sin palabras. Lo único que se me ocurre es darle las gracias a Dios por no depender de mí la aprobación de la ley que permita terminar con una vida. Aunque también comprendo a los familiares de la persona que, por desgracia, se quedó en coma cerebral, etc. Lo que sí puedo decir es que, a la luz de este tema, se puede ver otros temas colindantes con más claridad. Y en este sentido, pienso que aprobar una ley, es abrir una cadena de puertas que ponen en jaque nuestras convicciones éticas, religiosas, morales y de cualquier índole. Porque si aplicar la eutanasia es quitar la vida a un ser humano, también el aborto es lo mismo y se hace. Incluso, sin tener ninguna enfermedad. Y esto me plantea las siguientes cuestiones:”, ¿cómo se puede conciliar estos dos temas sin desenchufar conciencia? ¿Será la ley una justificación suficiente para acallar esa voz interior? ¿La ley está por encima de la ética?”...

'El pueblo ante el Supremo', por Emilio Díaz Ledesma

Amanecía el 12 de febrero. Un cerco policial sin precedentes impedía acercarse a varias manzanas del Supremo. Lejos, pues, hacían guardia media docena de militantes de Vox y una docena de miembros del independentismo antidemocrático, estos escoltados por un puñado de la izquierda madrileña traidora, incluso a la bandera republicana que algunos enarbolaban. Sólo había además un único manifestante que reclamaba justicia no partidista: «Votar es delito en urna ilegal» y «Derecho a decidir... todos y libremente». La tan elaborada desmovilización ciudadana por distintos gobiernos, tan claramente conseguida excepto para pocos extremistas que sirven para reafirmarla, mantiene el mito de que un pueblo apático y dócil es un pueblo democrático.