Si mis cuentas no fallan, el programa de Alfonso Arús en la temprana mañana de La Sexta lleva 113 programas. Parecen pocos, pero en este negocio no es así. Hay formatos que se quedaron en eso, en el estreno y poco más. Arusitys llegó a La Sexta en el mes de septiembre de 2018 para amenizar las mañanas de la cadena con humor. Ya hay que tener ganas de llegar al plató antes de las siete de la mañana y ponerse en modo chistoso. Así es. Arusitys enciende las luces a las siete y media y las apaga a eso de las once, cuando el testigo pasa al hombre aspa, que desde el segundo uno empieza a meter presión informativa y hace de una encuesta del CIS una bomba de relojería, de un mitin del tío del caballo un acontecimiento planetario, del último viraje a la extrema derecha de Pablo Casado, el vendedor de dentífricos, un paro cardiaco. Qué energía, Antonio, qué energía, Ferreras. Desde que se estrenó Arusitys he seguido el programa con altibajos, pero no por desinterés sino por picotear en otros gallineros a la misma hora. Lo que no falla, lo que no ha variado en estas 113 citas, es el morenazo o lo que sea que lleve en la cara el presentador, entre tostado y naranja como un Trump calvo. Si Alfonso Arús se maquilla con ese tono, ha de levantarse una hora antes para que lo embadurnen con esa plasta compacta, y si es tostado de máquina, la factura de la luz será apoteósica. Sea lo que sea, hasta Arús hace chiste con su adicción al bronceado. Fue el pasado año, en El intermedio, cuando Wyoming bromeó con esta dependencia diciendo que el catalán es negro como Luther King, a lo que Arús respondió que era más negro que el negro con su enorme sonrisa, otro de los misterios que lo enlazan con otro grande de la tele, el provecto, eterno, matusalén de la pantalla, viajero del tiempo Jordi Hurtado que, como Arús, es capaz de hablar con los dientes apretados sin dejar de sonreír. Arús, igual. No sé si en casa hará lo mismo, si con sus amigos y familiares hará lo mismo, pero en la tele sí. En cuanto se enciende el piloto rojo, Arús enciende su sonrisa y así se pasa las casi cuatro horas de programa. Que termina con agujetas en los carrillos no tengo duda. A veces me carga, la verdad, pero Arusitys es algo más que Alfonso Arús.Goya al jinete

El programa mezcla la parte más divertida de la política, del deporte, de la propia tele, incluso echando unas risas con programas de la competencia como Gran hermano, que tiene mogollón de razones para troncharse con las barrabasadas de sus patéticos, fatuos y necios encerrados, y por supuesto con la sopa boba que cae en el sumario con el maná de las redes sociales, de internet, donde hay vídeos de todo tipo, material que Arús lleva usando desde que en los 90 del siglo pasado presentara en Antena 3 Al ataque. De golpe aparece en pantalla Pilar Gutiérrez no en Arusitys sino en Espejo público, magacín que a veces vira y se convierte en un programa de humor tronchante. A la señora Pilar la han llamado «la mujer más franquista de España», y de verdad que la tía tiene su chispa. Lo último que ha expelido su delirante imaginación es que ha llegado el apocalipsis y ha empezado en su casa porque en los últimos días de tormenta y viento desatado un puto pino cayó sobre ella, válgame el cielo. Para redondear el gag, la voz de Gonzalo Gans. No es una voz cualquiera. Es una voz de ultratumba, una voz no profunda sino telúrica, surgida del núcleo de la tierra, de la primera arena de la masa del planeta. Gonzalo Gans merece un aparte. Este madurito apuesto, de pelo azabache y ensortijado, fue pescado en las aguas procelosas de Intereconomía, la tele de Julio Ariza que está más a la derecha que todas las derechas que en el mundo son. Gonzalo Gans presentaba nada menos que un clásico de las tertulias zombis, El gato al agua, como lo leen. Cuando se despidió del equipo del programa para saltar a Espejo público lo hizo con un discurso emotivo que el jinete de la derecha testicular sólo podría calificar como impropio de machos, lleno de lagrimitas de monja. ¿Quién ocupa ahora su puesto en ese púlpito gatuno? Pues José Javier Esparza -ex comentarista de televisión, culto y cachondo-, la princesa de Éboli con barba cana. Arusitys tiene que estar pendiente de El gato al agua porque te montan unos circos memorables. El último, la entrega de un Goya a Santiago el reconquistador para burlarse de la gala de los premios de nuestro cine, a la que no fue invitado ningún representante de su clan. Y allí estaban en el plató gatuno tíos como castillos haciendo el teatrillo del Goya.A banderazos

Lo dicho, si Arusitys quiere materia dura, que mire de vez en cuando las tertulias de esta basca. No decae. El pollito Pablo Casado -felón, traidor, ególatra, ridículo, y okupa, ya saben, le dijo al «vende España» Pedro Sánchez- se queda en aprendiz comparado con lo que se dice en el plató de El gato al agua, que ha visto en la irrupción del tío del mulo el mesías verdadero que salvará a España de sus males. Arús, hurga en las tertulias de esta peña. Lo agradecerás. No falla. Tampoco Leonor Lavado, a la que descubrí ahí, en Arusitys. Imita personajes cuanto más cutres mejor. Los borda. De las cochineras de Telecinco tiene unos cuantos, y todos rozan la excelencia. En los guiones de Arusitys, como es lógico, la actualidad entra a saco filtrada por el humor. Y la manifestación de la banderita del domingo pasado en Madrid no podía escapar a esta lógica, con momentos de gloria que no se los salta ni el jinete ese. Resulta que el ingenio patrio no desfallece, y el de los gaditanos es un potro desbocado. Contaron en Arusitys que seguidores del Cádiz aprovecharon los autobuses gratis, fletados por el PP, para irse al fútbol y ver el encuentro del Cádiz contra el Alcorcón mientras Santi, Pablito y Albertito se peleaban ante el gentío por ver quién la tenía más grande -la bandera- y cómo no aparecer en la foto unos al lado de los otros. Como al Gobierno sin presupuestos de Pedrito le quedan dos telediarios, Arusytis tiene mecha para rato. Anda que con el juicio del «procés».

La guinda

Raquel, al paro

Lo siguiente que TVE va a hacer con Lo siguiente es retirarlo de la parrilla, y será el mes próximo. ¿Conocen el programa? No me extraña. Presentado por Raquel Sánchez Silva tras el Telediario de la noche, compitiendo con El intermedio y El hormiguero, Lo siguiente no ha conectado con el público. No tiene entidad. ¿Y si TVE le echa valor y pone en su lugar Ese programa del que usted me habla -ahora en La 2-? Qué chute. .