"Siendo muy sincero conmigo mismo, no creo tener hoy la entereza y las fuerzas necesarias para asumir una responsabilidad pública tan importante con el rigor, la dedicación y el compromiso absoluto a largo plazo que se requiere en este tiempo político nuevo". Esto que acaba de leer (además de ser una estupenda forma de espantar lectores) lo ha dicho Pablo Bustinduy, dirigente de Podemos, que iba a encabezar la lista a las elecciones europeas pero se va. Es errejonista, por cierto. Y honesto. Aquí no se va ni la puerta, no dimite ni el pomo y nadie quiere cerrarse las ventanas de la política. El resultado es una casa pública llena de mediocres. Tienen a la masa en el jardín esperando un verdadero líder. Una rara avis este Bustinduy, sin descartar que haya alguien que lo considere un pájaro.

Podemos está roto y algo desaparecido, más bien a la deriva y un poco abandonado a un único mensaje: el feminismo. No está mal pero es poco. Un podemos fuerte es la garantía de que un posible gobierno de Sánchez no necesite a los golpistas catalanes. Se aguarda la llegada de Pablo Iglesias, pero lo que se produce son marchas. Ahí es nada renunciar a un acta de europarlamentario (viajes, sueldazo, derecho a contratar a un asistente, semana de tres días laborables€). Mucha debe ser la sinceridad de este muchacho, mucha la honestidad o mucho le han tocado las meninges para que decida no ir en la lista electoral.

Los errejonistas se abren como un espacio, atractivo para no poca gente, entre la socialdemocracia y el perroflautismo. Ni quieren ser el PSOE ni quieren que Podemos acabe siendo una IU de la vida. Es una izquierda más pija, también más disimulona y con cierta tendencia al escapismo. Podemos protagoniza más noticias por sus peleas que por sus propuestas. Ciudadanos ficha inspectores de Hacienda, Vox ficha militares, el PP periodistas y Podemos ficha decepciones. El PSOE hace listas endogámicas y la noticia sería que un susanista fichara a un sanchista o a la inversa. Mientras, el españolito medio y con la fortuna de tener curro, ficha cada mañana atónito ante el espectáculo político que presencia. Política espectáculo. Política en redes. Política de instagram por la mañana y de proponer pistolones por la tarde. Muchos peligros se nos ciernen. Y el otro hablando de compromiso.